Es una figura vital, pero a la vez es una de las más denostadas en los vestuarios: “El jugador no te lo compra nunca”

¿Habría ganado LaLiga el Real Madrid en 2007 sin Reyes? ¿Y el Barça la Champions 2006 sin Larsson? El revulsivo, a debate

Collage de José Antonio Reyes y Henrik Larsson. (Fotografías de Getty Images).

Cadena SER20/12/2024 - 15:34 UTC

¿Hubiera ganado LaLiga de 2007 el Real Madrid si no hubiese entrado en el campo José Antonio Reyes? ¿Habría desencallado la final de la Champions League 2006 el Barça sin el ingreso en el césped de Saint-Denis de Henrik Larsson? La verdad es que es atrevido responder a cualquiera de estas dos preguntas, pero los hechos son los hechos:

El añorado José Antonio Reyes entró en el partido contra el RCD Mallorca en mayo de 2007 en el 64', con el Real Madrid perdiendo aquel partido por 0-1. Marcó el empate en el 66' y el 3-1 definitivo en el 83'. Era la última jornada de LaLiga y, tras aquella victoria, el conjunto blanco se coronó campeón.
Un año antes, en mayo de 2006, el Barça se chocaba contra el muro del Arsenal, que defendía el 0-1 que había marcado Sol Campbell con solvencia. Incluso estaban sólidos con 10 jugadores. En el 61' entró Henrik Larsson al campo... y la historia cambió. Dos asistencias de delantero sueco a Eto'o y a Belletti hicieron posible la remontada blaugrana para la segunda Copa de Europa del Barça.

Estos dos ejemplo sirven para explicar la importancia del jugador revulsivo, de ese futbolista que aguarda su oportunidad en el banquillo y se acaba convirtiendo en lo que los comunicadores deportivos anglosajones han bautizado como game changer. Es un clásico en el mundo del fútbol, pero es de los pocos que no envejece.

En las últimas semanas hemos visto a Ferran Torres resolver partidos a favor del FC Barcelona entrando desde el banquillo. En el Atlético, el revulsivo por excelencia en los últimos años había sido Ángel Correa, pero este año es Alexander Sorloth. Endrick lo fue en las primeras semanas de la temporada con el Real Madrid. Y a nivel internacional encontramos un caso bastante llamativo, el de Jhon Durán, el colombiano del Aston Villa. Lleva 4 goles en Premier League entrando desde el banquillo y dos más en la Champions League. Y, si echamos la vista atrás, seguro que a muchos les sonarán nombres como Ole Gunnar Solskjaer, Luuk De Jong en el Barça de Xavi, José María Gutiérrez Guti en el Real Madrid o Juan Sabas en el Atlético de Madrid de la década de los 90.

Estos perfiles no solo cambian partidos con goles. Hay otros jugadores que tienen un gran impacto sin anotar. Es el caso del citado Guti, que más allá de ver portería con facilidad era un futbolista capaz de meter al rival a defender en su área. Otras veces es un extremo el que cambia el partido, como vemos con Doku o Savinho en el Manchester City. Analizamos con Toni Amor, miembro del staff de Javier Aguirre, la figura del revulsivo.

La importancia del revulsivo, vista por Toni Amor

Sobre la gestión de esta figura. "No es fácil. A veces este tipo de jugador te da mucho y llega un momento en que tienes que darle la opción de jugar de inicio. Ningún jugador quiere estar en el banquillo siempre. Todos quieren jugar. Si que es cierto que muchas veces tienes que valorar tener a tu disposición ese perfil de jugador que, cuando las cosas no van bien, te puede ayudar o dar un plus. Los partidos duran 90 minutos".
Sobre el impacto del revulsivo. "Afecta en el plano emocional... y en la preparación de partido. Sabes que a veces sale un jugador y automáticamente va a cambiar el dibujo (...) Cuando sabes que te vas a enfrentar a un jugador en racha siempre lo tienes en cuenta a la hora de plantear que vas a hacer. Los jugadores, sobre todo los delanteros, van a rachas, y hay que tener cuidado".
Sobre el momento de darle la titularidad al revulsivo. "La gestión del grupo es fundamental. El jugador lo ve. Si se está ganando ser titular... tienes que dárselo. Y si otro no se lo está ganando, tiene que ir al banquillo. Eso es gestión del grupo. A nosotros, en Mallorca, nos pasó con Abdón Prats. Tuvo un periodo en el que empezó a marcar y al final tienes que darle la titularidad. Es importante que el jugador vea que si hace las cosas como toca tiene opciones de jugar. La clave de los equipos es la gestión del grupo".
Sobre cómo convencer a un jugador de ser revulsivo. "Al jugador para esto nunca lo convences. Imagina que estás en el contexto de que eres un revulsivo, un jugador de 15-20 minutos... pero que luego en el partido llega esa fase y vas ganando. Ya no lo necesitas. Además que el jugador no te lo compra. Quiere jugar siempre. Pero sí es verdad que lo importante es que el jugador se sienta importante. Hay jugadores que se sienten importantes cuando cuentas con ellos 15 minutos porque cree que es lo mejor para el equipo. A veces te lo encuentras, pero hay otros que quieren jugar siempre y no quieren salir de revulsivos aunque tú lo veas ahí. Creo que el jugador no te lo compra nunca".

Revulsivos: el arte de cambiar partidos

49:25

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Fernando Rodríguez

Coordinador del área digital de deportes de Cadena SER desde 2021. Previamente, estuve casi siete años...