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"La ciudad está paralizada, deprimida en todos los sentidos": la ciudad de Belén afronta unas navidades sin esperanza

La ofensiva israelí en Gaza y el avance de la ocupación en Cisjordania han paralizado la vida en Belén, afectando profundamente a su economía, su cultura y la salud mental de sus ciudadanos

"La ciudad está paralizada, deprimida en todos los sentidos": Belén enfrenta unas navidades sin esperanza

Madrid

Belén, cuna de la Navidad, es un lugar donde la celebración de estas fiestas ha sido tradicionalmente un acontecimiento lleno de simbolismo. Sin embargo, por segundo año consecutivo, los habitantes de esta ciudad en los territorios ocupados de Palestina no podrán celebrar la Navidad como solían hacerlo. El contexto del genocidio en Gaza, que ya se ha cobrado miles de vidas, ha transformado la ciudad de Belén en un lugar marcado por el silencio, la desolación y el miedo.

Patricia Simón, periodista que visitó Belén, ha descrito en La Ventana la situación en la ciudad como "paralizada y deprimida en todos los sentidos", destacando que gran parte de la población dependía económicamente del turismo, una actividad que ha desaparecido casi por completo debido a la inestabilidad regional. Simón ha agregado que los habitantes de Belén son conscientes de que "nadie va a mover ni un dedo por ponerles a salvo" ante la amenaza constante de que el genocidio de Gaza se extienda a Cisjordania.

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Xavier Abu Eid, politólogo residente en Ramallah, ha explicado cómo la Navidad en Belén ha perdido su tradicional alegría y simbolismo debido al contexto de violencia y sufrimiento que vive Palestina. "Han cambiado bastante. De hecho, en este momento me encuentro en la Plaza de la Natividad, al frente de la Iglesia de la Natividad donde la tradición señala que nació Cristo hace más de dos mil años, no existe nada que pueda señalar que estamos en época de navidades. No hay un árbol de navidad, no hay luces, simplemente estamos sin ánimos de tener ninguna celebración que no sea la espiritual", ha señalado Xavier.

La situación en Cisjordania ha empeorado en el último año. Entre octubre de 2023 y octubre de 2024, las fuerzas israelíes mataron a más de 700 palestinos en Cisjordania, de los cuales 165 eran menores de edad, según datos de la ONU.

Patricia Simón ha subrayado que el gobierno israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu, parece estar utilizando el genocidio en Gaza para tapar el avance de la ocupación en Cisjordania, una zona donde Israel ha logrado expandir su control. "Lo que están diciendo la mayoría de expertos es que lo que está utilizando el gobierno de Netanyahu con el genocidio de Gaza es una forma de tapar el avance de la ocupación que está llevando a cabo en Cisjordania", ha afirmado Simón, añadiendo que en el último año Israel ha ocupado más de 27 kilómetros cuadrados en la región, "ha arrasado con más de veinte comunidades beduinas" y multiplicado los encarcelamientos y asesinatos de palestinos.

Nadav, el soldado que luchó en Gaza

La violencia y la ocupación no solo han afectado la economía de la región, sino también la vida cotidiana de los palestinos. Uno de los mayores temores durante las festividades navideñas es el de los desplazamientos, pues muchas personas no se atreven a reunirse con sus familiares por temor a los controles militares israelíes, que incluyen detenciones arbitrarias y largas esperas en los puntos de control.

Este clima de desolación también afecta de manera devastadora a los más pequeños. Según Patricia Simón, la salud mental de los niños palestinos ha sufrido un golpe durísimo. "Probablemente a quien esté afectando muchísimo estas segundas no-navidades, sea a los niños y niñas, que son los que esperan siempre con ilusión este momento de regalos y de fiesta y que una vez más están viendo como sus familias están sufriendo", ha finalizado Simón.