Mercado

Madrid

La palabra mercado nos lleva al mercatus latino que, a su vez, brotó del verbo 'mercari', que en Roma era comprar o comerciar. Así que el mercado es el lugar en el que se compran y venden cosas... o se mercan, porque también tenemos el verbo mercar, aunque lo usemos poco. Esta palabra tuvo familia amplia. El benjamín es el mercadillo, los hermanos mayores, grandotes ellos, fueron el supermercado y el hipermercado. La verdad es que las plazas de abastos ya eran supermercados, pero pareció guay dar un toque de modernidad con el 'súper' y con el 'híper'.

También se amplió la familia según los productos comerciados. Si se vendía pescado, 'lonja'; si se vendía carne, 'rastro'; si se venden valores, 'bolsa'. Si es permanente, hablaremos de la plaza; si se monta en días señalados, feria... Y según el lugar, en oriente se les llama bazares y en Marruecos, por ejemplo, 'zoco'. El mercado siempre ha sido un lugar noble, muchas veces la imagen más precisa del lugar que se visita. Pero hay otros mercados menos nobles, como el mercado negro. Y hay palabras que, sin tener connotación negativa en el diccionario, la han ido adquiriendo con el tiempo. No solemos llamar mercader a nuestro comerciante y si hablamos de mercadeo, estaremos refiriéndonos, generalmente, a un comercio poco limpio. Y cuando las cosas no van muy bien, ya se sabe: “es el mercado, amigo”, que casi nunca suele referirse a un mercado amigo. En frases como esta nos damos cuenta de que las comas importan un rato.