Simeone desvela el momento en que tocó fondo y cómo su familia le ayudó reinventarse: “La segunda vez fue muy duro”
El técnico del Atlético y Carla Pereyra, protagonistas del podcast ‘A Solas...con Vicky Martín Berrocal’
Carla Pereyra y Diego Pablo Simeone, durante la entrevista en 'A solas con... Vicky Martín Berrocal'.
Diego Pablo Simeone, técnico del Atlético de Madrid, y su esposa Carla Pereyra han sido los protagonistas del último episodio de este 2024 de 'A Solas', el podcast de Vicky Martín Berrocal. En más de una hora de entrevista, el preparador rojiblanco y Carla Pereyra han charlado sobre su día a día, sobre cómo vivieron el proceso de unir dos familias o sobre cómo afecta el trabajo del técnico argentino a su vida cotidiana.
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¿Afecta una mala negativa en el banquillo del Riyahd Air Metropolitano a la convivencia? ¿Se lleva el trabajo a casa? Estas son algunas de las preguntas que lanza Vicky Martín Berrocal a ambos, que no tienen pelos en la lengua a la hora de responder. "Yo creo que todo va relacionado. Para como entiendo yo la vida… tú no te comportas de una manera en tu casa y de otra en el trabajo. Tu te comportas casi siempre parecido", comienza a reflexionar Diego Pablo Simeone, que asegura que hay paralelismos entre la gestión de un vestuario y los valores de la familia.
Los valores de la familia y el vestuario
"Si te gusta la familia, te gusta el equipo, porque la familia es un equipo. Trabajamos en consecuencia de tener a todos unidos. En el fútbol es más difícil que en casa, hay más egoísmo porque al final es un juego que se vuelve individual. Todos no tienen los mismos contratos, pero todos tendrían que tratar de pensar de manera igualada porque lo que nos une es ganar... y a la familia lo que nos une es ser feliz. De alguna manera, siempre relacionamos la situación con las chicas y con los chicos a esa situación de trabajar en equipo. Habrá momentos donde vas a discutir, donde no vas a estar de acuerdo, como no estoy de acuerdo con algún futbolista, pero es parte del proceso. Las cosas se tratan desde la frontalidad, de hablar directo, de hablar de lo que sientes. El trabajo es más directo, es necesario resolverlo ya, con la familia tienes más tiempo. Que el otro te sienta noble, ya sea en la familia como un futbolista, te va a respetar", asegura Simeone.
Pero más allá de eso... ¿Cómo vive el matrimonio una mala racha del Atlético de Madrid? ¿Tiene reflejo en el hogar? "Siempre repercute. Es su forma de vida. Es lo que hace, lo que ama. Es su estilo de vida. Él se entrega. Lo que tu ves desde hace 13 años lo hace ahí, no en casa. Esa energía, si no va bien, vuelve a casa con un disgusto, pensando cómo lo puede hacer mejor, esa noche no duerme bien… y los planes del día siguiente se cancelan. Hemos aprendido a vivir de otra forma: a no poner la tele, a no leer los periódicos… A no alimentarme más de lo que dicen. Si yo me contamino de esa mala onda y él viene y yo estoy con eso, no le estoy sirviendo de apoyo", apunta Carla Pereyra.
Su relación con la prensa y la segunda Champions
"Me llevo bien con todos los periodistas porque leo pocas crónicas. Al que me critica, cuando lo veo, lo saludo de la mejor manera. A veces se sorprenden porque dicen 'cómo me saluda tanto'. A mí no me importa. Yo quiero hacer mi trabajo de la mejor manera que pueda para que al Atlético le vaya bien", sigue el Cholo.
"Cuando las cosas no te van bien, como en cualquier trabajo, traes una energía más baja a casa. Pero ves a tus hijas reírse, a tu mujer que te sonríe y ese enojo va cambiando. Siempre contamos la experiencia de cuando perdimos la segunda final de Champions League. Esa fue muy dura. Yo siempre digo que para ganar la Champions tienes que jugar 90’, 120’ o una tanda de penaltis. Jugué 120’ y perdimos y llegué a los penaltis y perdimos. La segunda vez fue muy duro, estaba muy triste, me preguntaba si iba a tener la fuerza de poder seguir conduciendo un grupo hasta un lugar donde es difícil llegar. Carla enseguida me llevó a todos lados para distraer mi mente y me ayudó a reinventarme para volver a empezar. Se trata de eso. Esto es muy cambiante. Ganas un partido y eres el mejor y luego pierdes el siguiente y no lo eres. Yo siempre le digo a los futbolistas que nadie te quita lo que ganaste, pero a la gente solo le importa el hoy. La vida misma es igual. Tu estás con tus amigos y si a tus amigos no les das pasión, o a tu pareja, se apaga. La vida y el día se trata de eso. Partido a partido", sentencia.
