La revuelta de los trabajadores del lujo: sueldos de 1.000 euros al mes a pesar de que los precios han subido un 80%
Los beneficios de las grandes cadenas hoteleras de lujo engordan como nunca, pero las plantillas están cada vez más precarizadas y exigen mejoras en sus condiciones
La revuelta de los trabajadores del lujo
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Madrid
Los trabajadores que ganan 1.000 euros al mes conviven con quienes pagan 1.000 euros por una noche de hotel. Vivimos en el boom del lujo. En dos años han desaparecido tantos hoteles de una y dos estrellas como de cinco se han creado. Desde el año 2021, cuando se reactivó la actividad después de la pandemia, los hoteles de cinco estrellas han incrementado su precio un 79'5%.
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En dos años una habitación prácticamente se ha duplicado de precio. A través de la tarifa diaria de los servicios que ofrecen estos establecimientos de lujo vemos cómo ha subido un 27'4% en un año en las cadenas que lideran el sector, mientras que el resto lo ha hecho un 5'1%.
Los hoteles engordan sus beneficios, pero no los sueldos
Los beneficios que están ingresando las grandes cadenas hoteleras no están llegando a los sueldos de sus empleados. Camareras de piso y camareros de restauración que se quejan de plantillas cada vez más mermadas y menos profesionales debido a la contratación a través de las empresas de trabajo temporal. Una carga de trabajo imposible de abarcar que está llevando al aumento de bajas laborales.
"La carga no es solo física, también psicológica y emocional"
— Nicol, camarera de piso
Nicol es camarera de piso desde hace 24 años en el Palace, ahora está de baja porque ha necesitado un implante en un hombro. "La carga no es solo física, también psicológica y emocional", detalla. Los empleados del hotel Villa Magna han iniciado protestas frente a la puerta de su centro de trabajo para denunciar "la extrema carencia de plantilla que imposibilita cubrir los departamentos de manera adecuada", señalan, derivando en "situaciones de estrés, cuadros de ansiedad y bajas laborales".
El turismo más caro no es mejor
Lanzarse a la conquista de un turista que gasta más no tiene porqué ser beneficioso. "Esto no nos garantiza que esa riqueza se vaya a distruir equitativamente", apunta Ernest Cañada, investigador de la Universidad de Baleares. La especializaron por el turismo de lujo está llevando a la rivalidad entre ciudades que tratan de especializarse en este sector "porque hay muchos menos ricos con ese poder adquisitivo", y esto requiere de recursos públicos para mantener ese nivel. Para Cañada, la mayoría de las ciudades que están apostando por este modelo de negocio "van a terminar pagando una fiesta que no es la suya".
Vivimos en un boom del lujo. En los dos últimos año han desaparecido tantos hoteles de una y dos estrellas, como de cinco se han creado.