La Fúmiga, la banda que asalta el cielo sin olvidar sus orígenes

La Comunitat Valenciana tiene algo especial. Innumerables son los talentos que han surgido de esta tierra. Algunos grandes solistas como Nino Bravo, Tino Casal, Camilo Sesto, Raimon o Francisco. Bandas como Revólver, Seguridad Social. Y más recientes como Guitarricadelafuente, La Raíz, ZOO o Nebulossa. Y a todos ellos se le ha sumado un grupo de pueblo, de Alzira (València), que ha visto cómo en 2024 se materializaba el trabajo y la amistad de muchos años. La Fúmiga son una de las revelaciones de este año. Con su música tan propia de las bandas valencianas o de las charangas han logrado dar el salto y pasar de ser conocidos en la Comunitat Valenciana a ser reconocidos por toda España. Su disco «TOT ESTÀ PER FER» ha sido el de su confirmación. Aunque ellos siguen con los pies en el suelo, como reconocen en una entrevista en Hoy por Hoy con José Luis Sastre en lo que ha sido su primera entrevista en castellano. Àrtur Martínez y José Beteta han charlado con el subdirector del programa, ante el que admiten que su crecimiento a lo largo del tiempo ha sido «orgánico». Es decir, no ha sido pelotazo de un día, sino que han ido labrando su carrera con el paso de los años, lo que les ha permitido evitar esa «explosión que te puede marear un poco y empezar con el vértigo». Para La Fúmiga, este 2024 ha sido muy especial. Tanto por lo que han vivido a nivel artístico como por lo que sufrió su tierra con la DANA. «Toda la alegría de hasta el 29 de octubre se queda como en un segundo plano porque pasa la vida real», aseguran. Ellos fueron los primeros en remangarse y ayudar a limpiar el barro y luego colaborando como podían, dejando a un lado la música porque «era muy difícil que, además [nuestra música, al ser] como festiva, se introdujera en el contexto». Hasta ese momento, sus números no dejaban de crecer. A ambos cantantes les sorprende que donde más los escuchan, algo que pueden saber gracias a las métricas de YouTube y Spotify, es en Madrid. «Seguramente por su densidad de población», afirman. Pero no solo lograron llenar la Sala Copérnico en la capital. O la Apolo en Barcelona. Es que allí donde han girado este año, lo han petado. Àrtur recuerda la primera vez que actuaron en Galicia, este año. «Entramos a un festival donde cinco minutos antes de empezar no había nadie y cinco minutos después de empezar estaba lleno con una cantidad de gente que tenía unas ganas de vernos tremenda». Pese a ese éxito, todos los músicos de la banda, 11 en total, no han dejado sus trabajos. «Se hace muy complicado viajar tan lejos, pero la verdad es que, como diría el emérito, nos llena de orgullo y satisfacción», bromean. Solo los técnicos se dedican por completo a La Fúmiga. Pero los artistas no. José Beteta señala que él sí que tiene la suerte de dedicarse a la música, porque es profesor de conservatorio. Pero Àrtur, por ejemplo, es podólogo. «Siempre dijimos que eso fue como un pacto propio interno. De que pasara lo que pasara, nunca vamos a dejar nuestras vidas anteriores por mil motivos, por tener las cosas en su sitio, por no olvidarnos de dónde venimos», recalcan. Y para que ellos no se cansen jamás de la música. Todo ello les supone un duro esfuerzo, porque son 70 conciertos al año más su vida profesional. Amigos desde pequeños, los músicos de La Fúmiga comparten una relación horizontal entre ellos. No hay un líder. Sí que cuando comenzaron a profesionalizarse se pusieron unas normas entre ellos, pero ellos no se ven como una empresa, sino como un grupo de amigos que lleva tocando juntos desde los 10 años. «Gente externa al grupo con la que hemos trabajado nos dicen que tenemos un ambiente completamente distinto». Es lo que tiene conocerse. Tampoco descartan cambiar el estilo de música para llegar más lejos. «Siempre hemos hecho no la música que nos gustaría escuchar, sino la que nos gustaría tanto componer como interpretar». Ellos, a la hora de hacer una canción, piensan en cómo va a sonar en directo, cómo la van a integrar en la set list o cómo la van a vivir ellos mismos componiéndola. Una tarea nada sencilla porque son los 11 a la vez. No a 22 manos, aunque casi. Esa amalgama de personalidades hace que cuenten historias que llegan a la gente. A mucha gente. Gente de a pie… y gente famosa. Gente como la mejor jugadora de fútbol del mundo. Y es que La Fúmiga fue el grupo que más escuchó este año Aitana Bonmatí, como demostró su wrapped de Spotify. «De repente me puso en Instagram: Spotify y Fútbol Club Barcelona te han etiquetado en una publicación», recuerda Àrtur entre risas. Él le habló a Aitana, que no tardó en contestarle con rabia porque quería ser ella quien les diera la sorpresa. «Fue muy guay ver ahí una camiseta de la mejor jugadora del mundo, y una persona extremadamente maravillosa que ojalá la gente conociera lo que es», prosigue el cantante de la banda. ¿Cuál fue la canción favorita de Aitana? LLAVORS. Una canción con la que La Fúmiga ha cerrado su entrevista en Hoy por Hoy, con Samuel Fita al piano.

La Fúmiga, la banda que asalta el cielo sin olvidar sus orígenes

Los valencianos son una de las revelaciones de este 2024 y han llenado salas por toda España. Pese a que cada vez le dedican más tiempo al grupo, ninguno deja sus trabajos

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