La jugarreta de un miembro del 'staff' de la Roma que terminó en una masiva pelea en el derbi romano
La Roma se impuso por 2-0 a la Lazio en un derbi que terminó con una pelea en el césped
Lorenzo Pellegrini y Alexis Saelemaekers sentenciaron el derbi romano para la Roma frente a la Lazio en un partido que estuvo marcado por la gran polémica que se produjo en el tiempo de descuento. El resultado fue una sorpresa porque, viendo la mala temporada que está haciendo la Roma, la lógica invitaba a pensar que el derbi se lo llevaría una Lazio que llegó al compromiso con 15 puntos más que su adversario.
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Sin embargo, los locales se hicieron fuertes en casa y consiguieron llevarse el derbi romano. Un partido marcado por las diez tarjetas que tuvo que mostrar el árbitro y que terminó, como todo partido caliente, en una pelea final en el tiempo de descuento.
Un miembro del banquillo de la Roma lanzó un balón al terreno de juego en mitad de una acción y así parar el contragolpe de un futbolista de la Lazio. Hummels se lanzó contra el Taty Castellanos cerca de la línea de banda y, a partir de ahí, se produjo la gran pelea. Ambos futbolistas se enzarzaron y se produjo un gran corro plagado de empujones e insultos. Taty vio la tarjeta roja directa y el alemán terminó por los suelos.
La Lazio se descuelga
En el peor escenario posible, un derbi de la máxima rivalidad, la Lazio perdió tres puntos importantes para mantenerse en la pelea por el título tras caer 2-0 frente a la Roma con los goles de Lorenzo Pellegrini y de Alexis Saelemaekers.
En apenas dos partidos, el equipo dirigido por Marco Baroni se ha descolgado de la cabeza. Se dejó dos puntos por el camino la pasada jornada tras empatar contra el Atalanta (1-1) y tres este domingo ante la Roma. En total, cinco para quedarse a nueve unidades del líder, el Nápoles, y en la cuarta posición.
Ante la Roma entró tarde al derbi. No reaccionó hasta el último tramo de la segunda parte, cuando acosó la portería de su rival. Lo hizo sin éxito para quedarse con la miel en los labios para por lo menos recortar distancias en el marcador e inquietar a un equipo que solucionó el partido en ocho minutos de la primera parte gracias a los goles de Pellegrini y Saelemaekers.