Salud y bienestar

El consumo de algunas pastillas para dormir altera la limpieza del cerebro e incrementa el riesgo a padecer Alzheimer

Un estudio científico asegura que algunos somníferos interrumpen el flujo glinfático en ratones, mediante el cual el cerebro elimina proteínas tóxicas durante el sueño

Un estudio demuestra que el consumo de pastillas para dormir interrumpe el proceso de limpieza de proteínas tóxicas en el cerebro de ratones. / Thana Prasongsin (Getty Images)

Un estudio demuestra que el consumo de pastillas para dormir interrumpe el proceso de limpieza de proteínas tóxicas en el cerebro de ratones.

Madrid

El insomnio, la falta de sueño a la hora de dormir, afecta cada vez a más gente en España. Entre un 25% y un 35% de la población adulta en nuestro país padece insomnio transitorio y más de cuatro millones de adultos sufre insomnio crónico. Se trata de un trastorno que ha hecho que España se convierta en el país con mayor consumo de ansiolíticos o pastillas que ayudan a dormir, con unas cinco millones de personas tomándolas por la noche, según datos de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño de 2023.

Unas pastillas que, si bien pueden funcionar a corto plazo, no traen resultados tan positivos a largo plazo. Así lo ha demostrado un estudio publicado este miércoles en la revista Cell, en el que se prueba que algunos fármacos que inducen al sueño, como el zoldipem, vendido al público como Ambien o Stilnox, elimina la fase del sueño en la que el cerebro de ratones, con quienes se ha investigado el descubrimiento, lleva a cabo la limpieza de proteínas tóxicas que se generan durante el día.

La investigación no solo ha descubierto las alteraciones de estos fármacos en el cerebro sino que, además, ha averiguado que esto podría conllevar a trastornos neurológicos. Y todo porque, si bien el uso de estas pastillas ayudaban a dormir de forma más rápida al grupo de ratones a los que se las administraban, también provocaban que el transporte de líquidos al cerebro se redujera más de un 30%.

Es decir, este proceso, conocido con la denominación científica de flujo, no se desarrollaba de la misma forma en aquellos ratones que se dormían de forma natural y en aquellos otros que lo hacían consumiendo somníferos. "El resultado llama la atención sobre los efectos potencialmente perjudiciales sobre la salud cerebral de ciertas ayudas farmacológicas para dormir", ha asegurado a la revista Maiken Nedergaard, investigadora de la Universidad de Rochester y líder del estudio.

El estudio, que en un principio buscaba investigar qué impulsa el flujo glinfático en el cerebro, ha terminado concluyendo en lo perjudicial de unos fármacos cada vez más utilizados por la población. "Cada vez más personas toman medicamentos para dormir y es muy importante saber si se trata de un sueño saludable", ha añadido Natalie Hauglund, la primera autora del estudio e investigadora de la Universidad de Oxford.

Si bien la investigación se ha llevado a cabo con ratones, los científicos han asegurado que es muy posible que este descubrimiento se aplique a los humanos, pues ambos tienen un sistema glinfático. Aunque todavía son necesarias más pruebas, el hallazgo abre la puerta a relacionar el consumo de somníferos con algunos trastornos neurológicos, como el Alzheimer.

 
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