Por qué podemos permitirnos excesos en Navidad sin sentirnos mal: la recomendación de dos expertas en nutrición
Hablamos con dos expertas sobre dejar de obsesionarse con perder los kilos navideños y centrarse en comer bien y moverse, las claves para mantener un estilo de vida saludable
La Ventana a las 16h | Perder los kilos navideños
Madrid
Con la llegada del nuevo año, muchos hacen su lista de propósitos, y entre los más repetidos está el de perder peso, especialmente tras los excesos de las fiestas navideñas. Pero, ¿realmente subimos tantos kilos como creemos en estas fechas? Según Irene Bretón, médica especialista de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, de media, solemos ganar entre uno y dos kilos durante la Navidad, aunque esto puede variar según cada persona.
La buena noticia es que estos kilos pueden prevenirse y, en caso de que aparezcan, pueden perderse sin recurrir a dietas extremas ni obsesiones. Bretón insiste en que si llevamos una dieta equilibrada y hacemos ejercicio durante todo el año, podemos permitirnos ciertos excesos en ocasiones especiales como la Navidad. "También se puede prevenir aumentando la actividad física durante estos días de excesos", ha dicho Bretón.
La salud como objetivo principal
La clave, según los expertos, no es solo centrarse en los kilos, sino en la salud de una manera holística. Ángela Quintas, experta en nutrición y autora del libro De la boca a tu salud, refuerza esta idea: "Si yo un día cometo un exceso no pasa nada. El problema es volver a la rutina saludable". Sin embargo, las redes sociales pueden complicar esta perspectiva. El culto al cuerpo y los modelos imposibles que promueven muchos 'influencers' llevan a algunas personas a buscar resultados extremos y poco saludables.
Este fenómeno preocupa a profesionales como la doctora Bretón, quien advierte que es fundamental fijarnos objetivos realistas y saludables, evitando dietas milagro o entrenamientos extremos que, lejos de beneficiar, pueden dañar nuestra salud. "Lo que si que notamos en la consulta es que vemos a personas con expectativas de peso poco realistas y que buscan más lo estético que la salud, es decir, crear un problema donde no lo hay, buscando un peso muy fijo por razones estéticas", ha dicho la especialista.
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Quintas y Bretón coinciden en que no hay alimentos prohibidos, sino que todo debe consumirse con equilibrio. Las grasas y los hidratos de carbono, por ejemplo, son esenciales en una dieta saludable. Eliminar por completo un grupo de alimentos es potencialmente peligroso, como señala Quintas. En su libro ofrece ejemplos prácticos de menús equilibrados, alejándose de la idea de que una dieta saludable tiene que ser aburrida. "No todo es pollo y ensalada. Se puede cocinar de muchas maneras, y platos ricos, sin que tenga que ser una tortura", asegura. Comer bien engancha, cuentan las expertas. Pero no es tan sencillo: requiere un esfuerzo y, sobre todo, algo de lo que no andamos sobrados, que es tiempo. Tiempo para hacer la compra bien, para planificar los menús, para hacer ejercicio...
Además, a menudo se culpa exclusivamente a la comida de los excesos navideños, pero la realidad es que el alcohol también juega un papel importante. Bretón dice que el alcohol es uno de los elementos que se añaden a la coctelera en lo que a engordar en Navidades se refiere. Por ello, reducir el consumo de alcohol puede ser un primer paso sencillo para evitar sumar calorías innecesarias. "También impide que el organismo utilice sus reservas de grasas, así que si alguien quiere cuidar su peso, también debe tener en cuenta el consumo de alcohol", ha apuntado Bretón.
El peligro de los atajos rápidos
A pesar de que los expertos recomiendan la combinación de dieta saludable y ejercicio, muchas personas buscan atajos rápidos, como medicamentos diseñados para tratar enfermedades serias como la diabetes. Es preocupante el uso de medicamentos como Ozempic para adelgazar, ya que, al dejarlos, los kilos suelen volver, como ha alertado Bretón. Una vez la química vuelve a su ser, los hábitos nunca han llegado a establecerse. Así, la receta para mantener un peso saludable no ha cambiado: buena alimentación y ejercicio.