La actriz Brooke Shields denuncia que fue sometida a un rejuvenecimiento vaginal sin su consentimiento
La también modelo ha publicado un nuevo libro donde ha compartido un traumático episodio con un médico
Brooke Shields. / Dimitrios Kambouris
Madrid
La actriz estadounidense Brooke Shields ha publicado un nuevo libro, bajo el título Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old, que sale a la venta el próximo 14 de enero, y donde comparte algunas de sus experiencias en la vida. La también modelo buscar romper con los estereotipos de la edad y denuncia que se juzgue a las mujeres de "cierta edad".
En sus memorias, Shields ha revelado un episodio traumático que vivió a los 40 años en la consulta de un médico y en las entrevistas que ha dado para promocionar el libro le han preguntado al respecto. "Lo viví como una especie de violación", ha dicho a Us Weekly, donde se ha denunciado que un médico le sometió a un rejuvenecimiento vaginal sin su consentimiento.
"Mentiría si dijera que no me avergüenza compartir esta información tan íntima. Pero si queremos cambiar la forma en la que abordamos y hablamos sobre la salud de las mujeres, entonces debemos abrirnos sobre problemas incómodos, pero muy reales", así comienza a hablar del tema en el libro. Todo ocurrió hace casi 20 años cuando ella acudió para realizarse una vaginoplastia.
"Me sentí completamente vulnerada"
Antes de realizarle la intervención, el cirujano le sugirió realizarle un rejuvenecimiento vaginal, reduciendo las paredes de su vagina para así mejorar su bienestar íntimo. A pesar de la sugerencia, la actriz rechazó el tratamiento e insistió en que solo quería realizarse la vaginoplastia. A acabar la cirugía, ella quedó satisfecha, pues todo salió bien. Sin embargo, el médico se jactó de haberle "regalado" el rejuvenecimiento vaginal y ella se sintió "completamente vulnerada".
"Fue impactante. No me explicó claramente lo que iba a hacer ni me pidió permiso. Simplemente comenzó el tratamiento, y me sentí completamente vulnerada", comentó en la entrevista. Además, la modelo aseguró que lo sintió como "una invasión". "Algo extraño. Como una especie de violación. Porque nada en mí ansiaba estar 'más estrecha' o tener la vagina más pequeña o más firme o más joven. Y ahora lo cuento, porque la vergüenza ya no es una opción", declara en el libro.
Shields no quería hacer público este episodio, pero finalmente decidió contarlo para tratar de "generar conciencia sobre la autonomía de las mujeres sobre su apariencia y su salud personal". "Ese tipo de invasión no solo afecta físicamente, sino también emocionalmente. Me sentí despojada de mi derecho a decidir sobre mi propio cuerpo", ha añadido.
