La Fanta, las pastillas de Avecrem y las pipas: alimentos que nacieron 'gracias' a las guerras

Madrid

Parece impensable que haya ciertos alimentos que hayan nacido de un conflicto tan grave y destructivo como una guerra, pero así es. Los períodos de conflictos tienen como consecuencia también la escasez de alimentos, lo que lleva a desarrollar sobremanera el ingenio y valorar combinaciones de distintos productos que, en otras condiciones, tal vez no se hubieran considerado.

La especialista en gastronomía, Ainhoa Aguirregoitia, ha decidido explorar en Hoy por Hoy aquellos momentos tensos de la historia que han dado pie al nacimiento de algunos productos que han adquirido una fama brutal desde su lanzamiento.

Napoleón tuvo un papel clave en la creación de las pastillas de caldo

Es el caso de los caldos concentrados, como las pastillas de Avecrem u otro tipo de productos similares que se pueden encontrar en cualquier supermercado. Aguirregoitia explica que en 1795 Napoleón ofreció 12.000 francos para quien ofreciera la solución para conservar los alimentos de sus tropas, y llegó la idea de Hook & Norman, un confitero francés, al que se le atribuyen la fabricación de la primeras "pastillas de sustancia".

Su llegada a España tardó un poco más en llegar, fue en 1937, durante la Guerra Civil, el empresario catalán Luis Carulla introdujo en España esos cubos de caldo de pollo que hoy están en el imaginario de cualquier persona. Carulla comenzó a comercializarlos bajo el nombre de Gallina de Oro, lo que posteriormente se convertiría en Gallina Blanca, un gigante del sector alimentario.

Las pipas fueron el alimento estrella de las tropas para coger fuerzas y quitarles el hambre

Otro de los productos por excelencia en la sociedad española son las pipas, presentes en cualquier charleta veraniega a la fresca, y que nacieron también en tiempos de guerra. Según Aguirregoitia, "los soldados de las Brigadas Internacionales que venían de la Unión Soviética para ayudar a los republicanos durante la Guerra Civil en España", comían ya este alimento porque les ayudaba a coger fuerzas y quitarles el hambre. Así que, sostiene la periodista, la popularidad que hoy tiene este alimento en el país es "probablemente un resultado indirecto de la guerra".

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La Fanta nació gracias a la ausencia de Coca-Cola

Y el colofón se lo lleva la Fanta, una bebida carbonatada, consumida en todo el mundo, y que nació en parte gracias a la Coca-Cola. Aguirregoitia cuenta que, durante la II Guerra Mundial, los alemanes sufrieron un bloqueo por el que no podían obtener el concentrado del famoso refresco, por lo que idearon una nueva bebida similar, a base de zumo de fruta, cuyo primer sabor fue la naranja. Además, el nombre también salió de una forma espectacular, ya que surgió en un concurso entre los empleados en el que el director les pidió dejar volar su Fantasie (fantasía en alemán), y un vendedor gritó al cielo: ¡Fanta!