Aroca señala la "mancha" que se extiende por todas las ciudades de España y sentencia: "Si ese es el modelo que quieres, sigue votando lo mismo"

El Ayuntamiento de Barcelona, en colaboración con la entidad Hàbitat3, ha adquirido la Casa Orsola, un edificio convertido en símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación inmobiliaria. La compra busca evitar el desalojo de sus residentes tras la adquisición del inmueble por parte de un fondo de inversión. Este tema fue analizado en «El Abierto» de Hoy por Hoy, donde Javier Aroca ha advertido sobre el impacto de la gentrificación y ha cuestionado el modelo de ciudad que se está promoviendo en distintas partes de España. Para Aroca, la gentrificación ya no se limita a los centros urbanos, sino que está afectando a las periferias de las ciudades de forma alarmante. «Lo que está ocurriendo en las ciudades gentrificadas de las ciudades se está extendiendo hacia las periferias como una mancha, ya está afectando a todo el mundo», ha afirmado. Según el analista, este fenómeno no solo encarece el acceso a la vivienda, sino que también genera una «desesperación y frustración social» que afecta cada vez a más sectores de la población. Aroca ha subrayado la diferencia de modelos urbanos y criticó la gestión del Partido Popular en materia de vivienda. «Está claro qué sentido de ciudad tiene el PP. Es clarísimo. Los datos son apabullantes», ha sostenido. Para él, la ciudadanía debe reflexionar sobre las consecuencias de sus decisiones políticas. «Si te están quitando tu piso, si te están subiendo tu renta, si la última droguería que había en tu barrio ya ha cerrado, si te están obligando a irte a la periferia a comprar... Si este es el modelo de ciudad que quieres, sigue votando por lo mismo. Si no, movilízate, querido», ha insistido. Aroca también ha destacado la importancia de las ciudades como espacios de compromiso ciudadano, donde las problemáticas urbanas se viven de forma directa. «Las ciudades son la mejor expresión del compromiso ciudadano», ha afirmado, señalando que la manera en que se gestionan el urbanismo y la vivienda refleja la visión política dominante. Además, ha criticado que se intente presentar al PP como un partido moderado en estos temas: «Otra cosa es que el PP se vista de moderado», ha comentado. Por su parte, la periodista Berna González Harbour ha comparado la situación de Barcelona con la de Madrid, recordando la venta de vivienda pública a fondos de inversión bajo el mandato de Ana Botella. «Qué suerte tienen los barceloneses que su ayuntamiento compra pisos a fondos de inversión», ha señalado. González Harbour ha subrayado que, aunque la compra de la Casa Orsola es una medida simbólica, es necesario complementar estas iniciativas con políticas de regulación de pisos turísticos e inversión en vivienda pública. El analista Eduardo Madina ha coincidido en que la compra del edificio tiene un fuerte impacto simbólico y puede marcar un precedente. «No van a faltar voces que le acusen al alcalde de Barcelona de populista, pero comprar la Casa Orsola me parece una gran decisión», ha afirmado. Para Madina, esta operación refleja los retos que enfrentan las grandes ciudades, donde los inquilinos ven cómo su estabilidad habitacional se ve amenazada por la llegada de inversores y fondos especulativos.

Aroca señala la "mancha" que se extiende por todas las ciudades de España y sentencia: "Si ese es el modelo que quieres, sigue votando lo mismo"

Mientras algunos defienden la compra de la Casa Orsola por parte del ayuntamiento de Barcelona como una herramienta para frenar los desahucios, otros advierten sobre la necesidad de soluciones estructurales

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