Pequeños grandes héroes: cómo un futbolista se plantó ante Pinochet

El fiscal de 'Si amanece', Félix Martín, rememora esta semana la vuelta de Pinochet a Chile 25 años después de que fuese arrestado durante 503 días en Londres por orden del juez español Baltasar Garzón. No obstante, el fiscal repasa este acontecimiento histórico desde una óptica distinta: la del futbolista Carlos Caszely.

Y, próximamente, el Juzgado de Guardia abordará en el punto de vista de un niño español muy curioso y el de un estudiante de Derecho que siguió con pasión lo que pasaba en Chile.

Para iniciarse en el tema, como es costumbre en Félix Martín, el fiscal recurre a una película: 'Missing' ('Desaparecido'), dirigida por Costa-Gavras y con una banda sonora preciosa compuesta por Vangelis.

El filme cuenta la historia de un joven e idealista periodista norteamericano (John Shea) que desaparece de su domicilio en Santiago de Chile tras el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973. Su mujer (Sissy Spacek) y su padre (Jack Lemmon), quien se traslada allí desde los Estados Unidos, intentan averiguar su paradero. Entretanto, vivirán una auténtica odisea al recorrer las instituciones diplomáticas en su búsqueda. La cinta cuenta con un Oscar a Mejor guion adaptado, en 1982, y cuatro nominaciones, incluyendo a Mejor película.

El fiscal ha escogido esta película para explicar el contexto sociopolítico en que se producen los hechos: el trasfondo es Chile y la dictadura que vivió dicho país durante gran parte de la década de los 70 y 80 del siglo XX. A esto se añade que es una de las cintas favoritas de Félix Martín, entre otros motivos, por la heroicidad de Jack Lemmon, aquel padre que se crece ante la búsqueda desesperada de su hijo.

Si el fiscal ha de seleccionar una escena, se queda con el momento en que Lemmon acude a la embajada de EE. UU. en Chile y queda horrorizado ante sus descubrimientos y el cinismo de quien le recibe.

¿Quién es Carlos Caszely?

Pero ¿quién es el pequeño gran héroe que le plantó cara a Pinochet? Carlos Humberto Caszely Garrido es considerado por muchos el primer gran futbolista chileno de la historia. Conocido como el 'Rey del metro cuadrado', fue un referente del Club Social y Deportivo Colo-Colo, en el que debutó en 1967 y siguió jugando hasta 1973. Además, también fue un icono de la selección nacional de fútbol de Chile en la década de los setenta y ochenta. Era un goleador nato.

Por otro lado, jugó en la liga española. Su traspaso al fútbol español fue uno de los más caros de la época en Sudamérica. Y pasó a jugar en dos clubes: el Levante (entre 1973 y 1975) y el RCD Espanyol (entre 1975 y 1978). En 2015, fue elegido uno de los mejores jugadores de la historia del Espanyol por sus aficionados, con lo que se ganó el honor de que una de las puertas del estadio RCDE Stadium, Estadio Cornellá-El Prat, lleve su nombre.

El año del golpe de Estado, el futbolista era la estrella más importante del Colo-Colo. Ese año, el club chileno llegó a la final de la Copa Libertadores, que perdería en junio de 1973 contra el club Independiente de Argentina. El equipo de Caszely, quien fue máximo goleador, estaba tan vinculado con la figura del presidente Salvador Allende, que se les llegó a conocer como el 'equipo que retrasó el golpe'.

Hay una teoría que afirma que la espectacular campaña de ese año del Colo-Colo hizo que los militares pospusieran el golpe de Estado. Todo el país estaba pendiente del club chileno, pero especialmente lo estaban en la capital, Santiago. El propio entrenador revelaría que, antes de los partidos importantes, Allende le llamaba: "Ojalá que ganen para mantener unido al país".

El contexto chileno en la década de 1970

Chile vivía una situación de enorme tensión política. Allende ganó las elecciones presidenciales en 1970, convirtiéndose en el primer presidente que se reconocía como marxista al mismo tiempo que defendía el Estado democrático de derecho como modelo de organización política. Su presidencia se apoyó en una coalición de partidos de izquierdas, conocida como la Unidad Popular. Durante este período, el gobierno trató de cambiar profundamente el país con la nacionalización del cobre, la estatización de las áreas 'claves' de la economía y la reforma agraria para luchar contra la pobreza y la desigualdad existente.

No obstante, Allende se enfrentó a dos problemas principales: el económico y el político. La crisis económica de 1973 golpeó muy fuertemente al país, con una inflación del 600%. Mientras que la polarización interna se enmarcó en un contexto de Guerra Fría, con Nixon como presidente de Estados Unidos desde 1972. Este defendía abiertamente una política intervencionista en América Latina, que llegaba incluso a fomentar y financiar golpes militares en la región a capricho de Estados Unidos.

Durante este ominoso pasaje, Chile se deslizó a una desestabilización rápidamente. A finales de junio de 1973, hubo un primer intento fallido de golpe de Estado, conocido como el 'Tanquetazo'. Luego hubo un impasse que coincidió con la clasificación para el mundial de 1974 de la selección chilena de fútbol. Finalmente, consiguió clasificarse.

El 11 de septiembre de 1973, se produjo el golpe de Estado que llevó al poder a Augusto Pinochet. La dictadura de Pinochet comenzó ese mismo día y terminó el 11 de marzo de 1990. Fueron casi 17 años en los que se impuso el terror contra los opositores. El nuevo gobierno podía perseguir y encarcelar a cualquier persona considerada peligrosa para el régimen, ya fueran miembros del Partido Comunista, intelectuales o estudiantes universitarios.

Félix Martín se pregunta si se ha llegado a cuantificar las víctimas de la violencia política en la dictadura de Pinochet. En 2003, se creó, ya en la Chile democrática, la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, conocida como Comisión Valech, un organismo creado para investigar y recoger testimonios de todos los casos de abusos, torturas y asesinatos cometidos durante la dictadura (1973-1990). Más de 35.000 personas presentaron su testimonio.

Las conclusiones de la Comisión se publicaron en 2004 y se ampliaron con un segundo informe en 2011. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, las víctimas de la dictadura superan las 40.000 personas. De acuerdo con el informe de la Comisión Valech II, ampliada en 2011, más de 3.000 personas murieron o desaparecieron entre 1973 y 1990.

¿Qué une a Carlos Caszely con el golpe de Estado de Chile?

Caszely era un futbolista comprometido políticamente con Allende y con la izquierda política. Temía por su seguridad y, por ello, decidió irse a jugar a España, si bien siguió jugando en el equipo nacional bajo el argumento de que su selección representaba al pueblo chileno y no a su gobierno.

Poco después del golpe, Chile debía enfrentarse a la URSS por un puesto en el Mundial. No obstante, muchos de los jugadores no querían viajar para no dejar a sus familias solas bajo la tutela del régimen. Este encuentro es conocido como 'El partido de los valientes', aunque el encuentro en tierras soviéticas acabaría sin goles.

El partido de vuelta estaba programado para ser jugado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, que había sido convertido en un centro de detención, tortura y muerte durante la dictadura (también presente en la película). El equipo de la URSS se negaba a jugar allí y exigió que el partido tuviera lugar en un país neutral. La Federación Chilena de Fútbol ofreció otro estadio, pero la Junta Militar lo descartó, lo que llevó a la FIFA a crear una comisión para inspeccionar el Estadio Nacional. Las instalaciones fueron acondicionadas para la ocasión, aunque aún albergaba unos siete mil reclusos. La Comisión se puso una vergonzosa venda en los ojos. Los presos habían sido ocultados en el interior del estadio mientras recorrían el terreno de juego y las gradas.

El partido finalizó con la suspensión de la FIFA y la decisión de la URSS de no presentarse por 'razones de seguridad'. Sin embargo, las autoridades chilenas reubicaron a los presos en un centro de detención en el desierto de Atacama para el día del partido y unos diecisiete mil espectadores acudieron al estadio que tenía una capacidad de ochenta mil asientos. La mayoría de ellos para poder indagar, con otros espectadores, sobre el destino de amigos y familiares.

El equipo chileno saltó al campo y simuló un partido sin rival. El capitán, Francisco 'Chamaco' Valdés, marcaría un único gol para dar la victoria a su selección. Mientras que la FIFA declaró la victoria de Chile por 2 a 0. Este es recordado como 'El partido de la vergüenza', según la prensa, o 'El partido fantasma'.

Habría un segundo encontronazo de la dictadura chilena con el futbolista. Fue antes de la salida de la selección nacional de fútbol hacia Alemania para disputar el Mundial de 1974, cuando los jugadores fueron invitados a una recepción de despedida por Pinochet. En el momento de los saludos, Caszely se negó a estrecharle la mano al dictador, según confirmó quien estuvo presente.

El mismo futbolista confirmó tiempo después que "Pinochet no era tonto, sabía que no le iba a saludar". Admitió, además, que tenía miedo, pero consideraba que es lo que tenía que hacer. A lo largo de su carrera, Carlos Caszely volvería a encontrarse con Pinochet en varias ocasiones y solo una lo saludó.

Lo cierto es que tras su desplante, pensaron en excluirle del Mundial. Si no lo hicieron fue porque la dictadura no quería publicitar el desafío del jugador y provocar que la población se pusiera en su contra. Eso sí, Caszely tuvo que pagarse su billete de avión para Alemania. Y allí él y todos los jugadores estuvieron custodiados por militares en todo momento para que a ninguno se le ocurriera fugarse.