El ejemplo de China para combatir los incendios de coches eléctricos en aparcamientos subterráneos

Madrid

Siempre que ocurre un incendio en un coche eléctrico vuelve a abrirse el debate. Además, en esta ocasión, el fuego en Alcorcón (Madrid) ha terminado en tragedia, después de que dos bomberos murieran tratando de extinguir las llamas originadas dentro de un garaje.

Un vecino entraba al aparcamiento de su edificio cuando perdió el control de su Porsche Taycan eléctrico y terminó chocando. El coche empezó a arder y se produjo una explosión que provocó el letal incendio.

Tal como ha explicado a la Cadena SER el investigador del Instituto CMT-Motores térmicos de la Universidad Politécnica de Valencia Antonio García, "tener un incendio en un vehículo eléctrico en un garaje es sinónimo de muchos problemas".

"Vas a tener llamas de dos metros o dos metros y medio y se van a transferir al resto de vehículos", asegura este experto. "Como los otros vehículos también sean eléctricos y estén cargando vas a tener el mismo problema. Tienes un problema muy grave".

En busca de soluciones

Por tanto, no es de extrañar que bomberos y responsables en prevención de incendios estén buscando soluciones para enfrentarse a este problema. Echar agua y esperar a que se apague no es suficiente, ya que se necesita que la batería, ubicada debajo de los asientos traseros, se enfríe.

Los bomberos de la Diputación de Gipuzkoa tuvieron que enfrentarse a una situación semejante, aunque esta vez al aire libre, en el caso de un accidente en Zumarraga. Pidieron un contenedor para rellenarlo de agua y meter el vehículo en él.

El objetivo era que el fuego se ahogue cubriendo de agua al menos hasta la altura de la batería de litio, un material con alta reactividad y que reacciona con el agua. Algunos cuerpos de bomberos ya han empezado a disponer de una bañera especial para apagar incendios en coches eléctricos.

Decisiones más radicales

Pero, ¿qué hacer cuando el incendio ocurre bajo techo? Tras años de experiencia con las baterías eléctricas, en China han optado por tomar decisiones más radicales, pero efectivas, para combatir los múltiples incendios en aparcamientos subterráneos.

En la provincia de Zhejiang, al sur de Shanghai, hoteles y otras empresas han empezado a prohibir el estacionamiento de vehículos eléctricos en garajes bajo techo, después de que un incendio en un parking de Guangzhou afectara a tres coches y varias bicicletas eléctricas.

También existen prohibiciones similares en otros países asiáticos, como Corea del Sur, donde los vehículos eléctricos no pueden aparcar en subterráneos si sus baterías están cargadas por encima del 90%.

Conscientes de los riesgos y de la dificultad de controlar las llamas en aparcamientos subterráneos con techos bajos, muchos hoteles chinos cuentan con carteles de no admisión de coches eléctricos y recomiendan aparcamientos cercanos preparados para este tipo de vehículos.

El objetivo es contar con garajes grandes y altos, que permitan el acceso sin problemas a los bomberos, y que ofrecen plazas con exigencias de seguridad estrictas:

• Plazas en las que los coches no estén muy cerca, para evitar que el fuego se expanda con rapidez.
• Zonas especialmente delimitadas para que los eléctricos estén juntos, pero separados de los de combustión.
• Sistemas de vigilancia electrónica 24 horas y por cámaras de televisión.
• Detectores de temperatura para anticiparse al fuego, ya que las baterías de los coches eléctricos cogen mucha temperatura antes de arder.
• Instalaciones y equipos de protección contra incendios.
• Sistema de rociadores automáticos con boquillas de respuesta rápida, que permiten dirigir el agua directamente sobre el coche. Al menos dos por cada plaza de aparcamiento de carga.
• Detectores de gases inflamables.
• Al menos un detector de humo altamente sensible por cada espacio de estacionamiento de carga.
• Detectores de llama compuestos con cámaras de calor.