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Sociedad

Mikel Iturriaga, morrococo y la cojondonga del gañán

El Comidista nos recibe en su casa de Barcelona con Morrococo y tomates confitados sobre la mesa

Desayunando con... Mikel Iturriaga, morrococo y la cojondonga del gañán

Barcelona

Hace unos meses Mikel López Iturriaga publicó un libro, "Cocina de aquí para gente de hoy", en el que con su habitual sentido del humor y profesionalidad nos propone adoptar recetas tradicionales a nuestro día a día. Sin nostalgias porque "como decía Andoni Aduriz lo mejor de la cocina de la abuela, era la abuela" apunta Mikel, que la nostalgia no va con él pero ha sido muy interesante descubrir recetas que son muy actuales; porque muchas de ellas son vegetarianas, a la fuerza, porque en esos tiempos la gran mayoría no tenía para comer carne o proteína animal a diario. Así el recetario, sobre todo del sur de España, es una muestra de cómo cocinar con los productos de la huerta que se tenía a mano. Y también la cocina de aprovechamiento como el "morrococo" que ha preparado, junto a unos deliciosos tomates confitados. El morrococo es una receta tradicional de Jaén para aprovechar los garbanzos sobrantes del cocido, que se pasan por la sartén con un sofrito y se trituran para mojar pan. Un hummus español mucho más sabroso.

El cojondongo del gañán o el matamaridos

En el libro se recogen recetas con nombres tan sonoros y divertidos como el zarangollo, cachorreñas, el mismo morrococo o el cojondongo del gañán. En su sección de El País comprobó que cuando subían videos con recetas como el "matamaridos" lo petaban. Había interés por saber qué eran y obviamente él juega con el nombre curioso de algunos platos. Aunque se confiesa tímido dice que lleva una drag queen dentro a la que le gusta disfrazarse y hacer performances. Le preguntamos qué nombre escogería para esa diva, y sin dudarlo apuesta por "la cojondonga del gañán"

La satisfryer

Estar desayunando en la cocina de El Comidista hace que nos fijemos en todo lo que tiene a la vista. Desde el especiero bien surtido, los accesorios de diseño, los vintage y los ojos se nos van a la airfryer. Sí. Él también ha sucumbido al electrodoméstico del momento. De hecho, él es como un sociólogo culinario que cuenta la historia de nuestro país desde el punto de vista de lo que se come en cada época y los cacharros para cocinar. "La satisfryer como la llamo yo, tiene un nombre confuso porque no es una freidora. Es como un pequeño horno que va muy bien para quienes viven solos o en pareja y no tener así que poner el horno y limpiarlo para poca cantidad". Se justifica.

Lourdes Lancho

Subdirectora A Vivir Que Son Dos Días, antes...