Jabois: "Cuando algo tan grande y tan ambicioso como el Titanic se hunde, se necesitan ingenieros y músicos para que el hundimiento se produzca con dignidad"

Madrid

Me gusta mucho hablar con cualquier excusa del Titanic porque creo que en el hundimiento de un barco así se explora como en ningún caso la naturaleza humana: la previsible y la imprevisible. El momento en que asumes que a ti te ha llegado la hora y el momento en que intentas que la hora le ha llegado a los demás. Y me fascina que la posteridad, y la gloria, siga acogiendo a estas alturas nuevos nombres. Tipos que deciden que su trabajo es más necesario cuando van a morir, que cuando no. Es inagotable todo lo que ocurrió en el Titanic.

Hace unos años escribí sobre el barco que navegaba más próximo, del que se dijo que no había prestado ayuda porque cuando advirtió de la presencia de icebergs, recibió una mala contestación porque la tripulación estaba agobiada con otras cosas. Luego se demostró que simplemente ese barco estaba tan lejos que nunca pudo ver las bengalas. Cuando algo tan grande y tan ambicioso como el Titanic se hunde, se necesitan ingenieros y músicos para que el hundimiento se produzca con un poco de dignidad.