Leiva: "En este disco he puesto palabras a situaciones que no me he atrevido a hablar con amigos mirándoles a los ojos"
El músico madrileño se desnuda emocionalmente en "Gigante", su sexto disco de estudio, camino de una gira por España, Argentina y México

Escribe el poeta Eloy Sánchez Rosillo que "Acaso en el anhelo de aguardar se cumpla el don más alto del encuentro". Así, un periodo de cuatro años de espera tiene ahora premio para los miles de seguidores de Leiva que, con 'Gigante', su sexto disco de estudio, grabado en parte en Madrid, pero sobre todo en Texas y Ciudad de México, se reencuentran con él, con un músico que exhibe en sus delicadas y precisas letras todo tipo de temores y vulnerabilidades con vocación gigantesca de hacerles frente.
"Siento que este disco es importante porque he puesto palabras a situaciones que no me he atrevido a hablar con amigos mirándoles a los ojos" y explica que no lo sabía, pero que "hablando con la prensa de este trabajo me he dado cuenta de que "Gigante" tiene un grado de exposición bastante alto".
"Ya todo el mundo sabe que soy tuerto / que desnudo parezco un insecto / y vestido un señor", canta en "El ángulo muerto". "Por `H´ o por `B´ me siento un farsante / Una carambola siempre ha estado detrás / de este rígido disfraz / de conocido cantante", asegura en el tema titulado "Leivinha", alguien que se hace pequeño en el reconocimiento de sus angustias y temores para plantarlas cara como un "Gigante".
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Leiva: "Componiendo nunca tengo miedo, allí está la plenitud, no hay 9.500 móviles mirándote como en un concierto"
"Yo creo que es así -sostiene Leiva pensando un momento- Es el contraste que se produce cuando las cosas empiezan a tomar una dimensión muy grande y tú ves extrañamente que la experiencia, lo único que está haciendo es que estés sintiéndote cada vez más pequeñito". Y entonces la conversación le lleva, y no será la última vez, a su amigo Joaquín Sabina. "Es curioso, eso lo he visto en Joaquín Sabina, que a sus setenta y pico es cuando más ataque de pánico tiene sobre un escenario".
Hacer frente a retos, algunos tan complicados, anhelados y conseguidos como el de cantar junto a una de sus mayores referencias musicales, Robe Iniesta, quien suma su colaboración en el tema "Caída libre", la última canción que compuso, ya en Madrid, dedicada a un amigo que entonces padecía una fuerte depresión. "Lo más difícil no fue contar con Robe, pese a su fama de decir que no. Lo más costoso fue escribir una canción así, y me gusta pensar que formó parte de la medicina de mi amigo".
El disco incluye también temas como "Barrio", en el que el músico madrileño de la Alameda de Osuna regresa a él, donde cabe toda su adolescencia, los amigos de siempre y los primeros pasos en su currículum musical... Mirar al barrio, donde la memoria regresa para que Leiva siga haciendo su futuro. "Yo creo que eso no se puede explicar mejor. El barrio para mí es el lugar al que mirar para ver todo lo que viene, el que habla de mí, donde están las cosas que aprendí. Allí -dice con un punto indisimulado de orgullo y convicción- están mis primeros ídolos, que han sido más importantes que mis ídolos nuevos. La importancia de Joaquín Sabina en mi vida es tremenda, pero la que tuvo el grupo "Buenas noches Rose", una banda de mi barrio, es incalculable en mí".
De esa sensación de tocar por el placer de tocar, sostiene con algo de nostalgia que eso ahora es distinto porque de él dependen muchas familias. "Te voy a contar una tontería. Yo hace mucho que no juego al fútbol y me encanta jugar, he jugado toda mi vida, pero sé que si me rompo una rodilla, la lio parda, porque entonces no se pueden hacer conciertos... Entonces he renunciado a algo que genuinamente me hace muy feliz".
Siempre se ha considerado Leiva un escritor de canciones antes que un cantante. "Una buena voz - cuenta el músico convencido- puede sostener una mala canción, pero si no tienes una buena voz, entonces las canciones se caen. Yo -se reafirma con autoridad - no me puedo permitir una mala canción, por eso le pongo tanto empeño en escribir buenas letras. Es ahí -advierte- donde no puedo fallar, aunque es verdad que luego los artistas que más me gustan no tienen una gran voz".
De ese momento íntimo que tiene que ver con la composición a diferencia de lo que supone defender las canciones encima de un escenario, Leiva dice que "componiendo no tengo miedo, es mi momento de plenitud, cuando estás en los escenarios con 9.500 móviles mirándote, es difícil estar cómodo".
"Gigante" es el pistoletazo de salida a una gira con 30 conciertos en nuestro país a partir de finales de mayo con recitales también en Argentina y México, que tendrán como epicentrp, anuncia, este trabajo. Será probablemente entonces, como sugiere el poeta, cuando el Leiva músico podrá "mirar con devoción hacia lo alto en la noche serena, eterna y mágica, mientras la luna le infunde el don del canto".

Sergio Castro Salillas
Redactor y guionista en la SER desde 1996. Estuvo en La Ventana, A Vivir y ahora es redactor de Hoy...