La casualidad que hizo que uno de los mejores escritores españoles de la historia se dedicase a la literatura
Soñaba con las letras, pero la tradición familiar casi le deja sin escribir

La casualidad que hizo que uno de los mejores escritores españoles de la historia se dedicase a la literatura
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La vocación es una pulsión muy importante en el ser humano. La mayoría de personas pasan su vida trabajando en un oficio que no les gusta y sueñan con poder hacer algo que les llene. Queramos o no, gran parte de nuestra vida la pasamos trabajando, por lo que es importante que todas las horas que estemos trabajando lo hagamos en una cosa que nos haga sentir orgullosos.
En este sentido, varios son los personajes importantes que han tenido que estudiar y trabajar en algo que no les gusta de manera obligada y, con los años, han conseguido desarrollarse en su pasión. Este es el caso del prestigioso novelista Miguel Delibes, que se vio obligado a estudiar en la Escuela de Comercio de Valladolid porque su padre la dirigía y consiguió matricularse en dos carreras económicas mientras soñaba con las letras y una de sus grandes pasiones: la caza.
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Sus carreras económicas le dieron estabilidad financiera y un matrimonio de conveniencia, pero no le otorgaron la posibilidad de escribir. La suerte le llegó a Delibes cuando entro en el diario 'El Norte de Castilla', donde empezó como caricaturista y, por pura casualidad, saltó a la pluma tras leer a los grandes autores mundiales como Cervantes, Chejov y Dickens.
Un día en el que despidieron a cuatro redactores fue su puerta de entrada al periodismo, que compaginaba con su trabajo en la Escuela de Comercio. Iba y venía en bicicleta por Valladolid antes de que el periódico lo mandara a Madrid a hacer un curso de periodista. Cuando le hicieron un carnet de prensa con contrato fijo. Ahí descubrió que el periodismo era un gimnasio para la literatura, ya que te obligaba a contar mucho con pocas palabras, a escribir a toda velocidad y a buscar el lado humano de las historias.
Tal y como él mismo dijo: "El periodismo es el borrador de la literatura". Tras su entrada en los medios, comenzó a escribir su primera novela, 'La sombra del ciprés es alargada', libro por el que le otorgaron el Premio Nadal en 1947. A partir de ahí, su carrera es histórica, con obras como 'Los santos inocentes', 'Señora de rojo sobre fondo gris' y 'Las ratas'.


Miguel Galindo
Escribo sobre actualidad en la web de la SER desde 2023. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual...




