El sacrificio tras la muerte de la primera faraona de la historia: "Fue una barbaridad"
Rubén Villalobos acaba de estrenar 'Faraonas', un libro en el que descubre muchas de las curiosidades y misterios que envuelven a las monarcas egipcias

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Madrid
La historia de Egipto tiene muchísimos aspectos fascinantes, desde la complejidad arquitectónica de las pirámides, pasando por la momificación, hasta la importancia de las mujeres, las cuales dominaron el territorio con tanto poder como lo hicieron los hombres en una época muy antigua en la que la figura femenina no tenía ni mucho menos la importancia que la masculina.
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En SER Historia, Nacho Ares ha podido hablar con el divulgador histórico especialista en el Antiguo Egipto, Rubén Villalobos, el cual acaba de estrenar su libro: Faraonas, en el que aborda la importancia de las estas reinas en la sociedad egipcia, desde un aspecto que deja un poco de lado lo puramente biográfico y se centra en las curiosidades y misterios que envuelven a estas figuras.
Villalobos ha hablado de Merytnit, una mujer perteneciente a la primera familia real, a quien "se suele atribuir el título de la primera faraona de la historia". Según el divulgador, en torno a su tumba se hallaron decenas de tumbas subsidiarias, lo que apunta a que se trataba de sacrificios humanos, es decir, que se habrían llevado a cabo para que pudiera disfrutar de la compañía de esas personas en el más allá.
Los sacrificados no eran todos esclavos
Respecto a estas tumbas, señala Villalobos, "lo llamativo acerca de estas personas que hay allí enterradas junto a la reina" es que mediante "una serie de análisis" se ha podido descubrir que "se alimentaban muy bien y que físicamente no estaban muy trabajados, es decir, que no solo podían ser esclavos como se había creído hasta hace no tanto, sino que, lo más probable, es que también acabaron con la vida de las personas más cercanas a ella, personas de la corte e incluso familiares".
Esto, que "a día de hoy y con nuestra visión sería impensable y una auténtica locura", en aquella época sí tenía sentido. "Estamos hablando de la necrópolis real de Abidos", la ciudad egipcia, en la que se encuentra el famoso templo funerario de Seti I, donde "encontramos los enterramientos de los faraones de la primera dinastía" y más ejemplos de estas tumbas subsidiarias.
"Por ejemplo, el faraón Dyet tiene más de 100 tumbas subsidiarias y en el caso del faraón Dyer estamos hablando de 318 tumbas subsidiarias. Es una auténtica barbaridad", admitía Villalobos. Algo normal en la que es una de las épocas más primitivas de la historia de Egipto, en torno al año 3.000 antes de Cristo, y que después se destituyó por figurillas funerarias basadas en las personas que podrían realizar los trabajos que llevaban a cabo en vida para el faraón, también en el más allá.

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Andrés Puentes
Antes trabajaba como redactor en el equipo de Hora 25, ahora escribo sobre actualidad en la web. Graduado...




