Carolina Yuste: "La idea de éxito que nos han inculcado es una trampa"

Carolina Yuste quiere evitar la trampa del éxito. La actriz, ganadora de dos Goya, acostumbrada a simultanear proyectos, siempre combativa en sus declaraciones públicas, ha reconocido en Hoy por Hoy que no es todavía la actriz que quería ser y que, de hecho, no sabe si alguna vez lo será: "Tengo 33 años y siento que hay muchos papeles, muchas historias que todavía no he hecho".

Mientras llegan, escribe libros (publicará su primera novela en mayo, cuenta en primicia en 'Hoy por Hoy'), codirige documentales o reflexiona sobre qué hacer con el altavoz que su trabajo y su popularidad le dan.

"Me agobia la exposición y tomar decisiones sobre lo más interno de mí misma", asegura sobre el momento en el que varios proyectos coinciden, "pero a la vez me relajo con la expectativa y con la idea de hacerlo todo bien". "Este oficio es maravilloso y es extremo, porque estás haciendo un montón de cosas que se te juntan en tres meses y luego estás seis meses en tu casa tocándote los pies", cuenta con naturalidad.

De hecho, el fantasma de la inactividad siempre está ahí. "No sé si existe el momento en el que desaparezca la incertidumbre con la que convivimos", señala, "porque el miedo está siempre a la vuelta de la esquina". "Yo trabajo", cuenta, "con la idea de que si algún día dejo de trabajar de esto, tengo 200.000 posibilidades de existencia, pero el miedo está e incluso después de todo lo que me ha pasado, aparece ese demonio y me dice 'ahora ya no te van a llamar, porque van a considerar que ya has hecho lo que tenías que hacer'".

"Me siento imbécil, porque la cantidad de compañeras que tengo y que no trabajan me dirían '¡qué dices!'", reconoce Yuste. La actriz plantea una reformulación del significado de la palabra éxito: "El concepto de éxito que nos han inculcado es una trampa, porque solo tiene que ver sobre todo con lo laboral y económico y ahí generas muchas frustraciones, muchas ansiedades, si no llegas a lo que te exige el sistema". El éxito, para ella, "es estar donde quieres estar y ser honesta con tu deseo".

"Yo me vine de Badajoz porque tenía mucho deseo por la expresión y por mirar adonde no solemos mirar, pero eso no es ser más exitosa que alguien que se quedó allí porque quería construir en su casa", reflexiona. "Dentro de este oficio", añade, "hay un montón de posibilidades y no todas son hacer una serie internacional en una plataforma; a lo mejor tu deseo tiene que ver con montar una compañía de teatro e ir por los pueblos y eso es hermosísimo, nadie tiene por qué considerar que una cosa es menos exitosa que la otra".

No hay éxito, además, sin "tribu". "Hay un agradecimiento enorme en mí, porque lo que tengo está lejísimos de la que podría haber sido mi realidad y me ha sucedido estando muy bien rodeada, sostenida por un grupo de seres humanos poderosos; lo mejor que he hecho en mi vida es construir esta tribu". Ese grupo que la acompaña a todas partes, que la trae a tierra, que la mantiene consciente: "Es muy guay transitar esta situación y que los que te rodean no permitan que el torbellino de las cosas te haga olvidarte de que todas esas cosas te están ocurriendo a ti". Esa "tribu" se amplía constantemente, porque Carolina Yuste incluye en ella "a esas personas que son un chorrito de luz" y porque su grupo de allegados se autodefine ya como "un coche escoba que va recogiendo almas heridas por el mundo".

El mundo, precisamente, sigue ahí para ella lleno de papeles que abordar. "No he llegado a ser la actriz que quería ser. Tengo 33 años. No sé si se puede llegar a ser la actriz que se quiere ser, yo qué sé lo que quiero ser. No tengo un tope en el que sienta que ya lo tengo hecho y siento que todavía hay un montón de personajes y de historias que todavía no he hecho".

La infiltrada, reconoce, la ha hecho "más empática con el dolor de los demás" pero los papeles que más la han acercado al ideal han sido en teatro: "Me llena de otra manera, porque el presente teatral es algo muy fuerte; siempre que me asimo a un teatro pienso que no estamos bien de la cabeza, porque exponerme de esa manera, sola frente a 300 o 400 personas, mostrando quién soy, abriéndome en canal..."

Muchas veces ha mostrado quién es delante de los micrófonos, para defender las causas que considera justas. Y eso forma parte de ella pero también es agotador. "A veces me canso de mí misma, porque yo también estoy aprendiendo, porque no tengo ni idea y porque a veces necesito relajarme con la idea de tener que estar siempre en primera línea", reconoce. Yuste explica que ese carácter reivindicativo "tiene que ver con el ser humano que yo soy y me ha dado cosas maravillosas, pero eso no quiere decir que no tenga derecho a ser superficial o a no ser coherente del todo".

En mayo, Carolina Yuste enseñará otra faceta más de sí misma que hasta ahora nadie ha visto: su faceta como escritora. Aunque rehúya el término, la actriz ha contado feliz que publicará en mayo su primera novela, titulada 'Toda mi violencia es tuya'. "Es una novela filosófica choni, una ficción total sobre los años 2000 en provincias y sobre el presente", revela.

Cuenta que puede "aguantar mucho rato en horizontal tumbada sin hacer nada", pero no parece que el descanso, a pesar de lo que diga su demonio, vaya a llegar pronto para Carolina Yuste.