La hija de Miguel Delibes cuenta lo que su padre jamás hizo con ella y sus hermanos: "Además, no le importaba mucho"
Los hijos de Delibes y Ángeles de Castro se han criado rodeados de libros

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Elisa Delibes tuvo el privilegio de disfrutar de su padre, el prolífico escritor de obras como Los santos inocentes, Cinco horas con Mario o Señora de rojo sobre fondo gris, durante 59 años. Y es que la hija mediana del Miguel Delibes y Ángeles de Castro estuvo junto a su padre en todo momento, vivió con él desde que nació hasta su último aliento, siendo especialmente difíciles los últimos doce, en los que el escritor de Valladolid estuvo muy enfermo.
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¿Cómo fue tener un padre como Miguel Delibes, más allá de su faceta de escritor? La hija ha reconocido en 'La Historia en Ruta' junto a David Botello y Esther Sánchez que, sobre todo en los primeros años, el vallisoletano fue un "padre al uso". "Era un orgullo tenerle, en los primeros años, Miguel Delibes era una persona tan trabajadora y pasaba poco tiempo en casa", explicaba. Y es que, el escritor estuvo ausente al trabajar en la redacción de El Norte de Castilla y dar clases en la Escuela de Comercio. Cuando tenía un respiro, escribía novelas en su despacho, promocionaba sus libros y daba conferencias, además de pasar tiempo en el campo, cazando y pescando, los fines de semana.
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"No le disfrutábamos tanto. En aquella época, los papás no contaban cuentos ni leían los libros que tenían que leer los hijos, era simplemente un papá al uso, era un buen papá", decía Elisa Delibes. Para sorpresa de los presentadores, su hija ha confesado que su padre nunca les leyó ninguno de sus libros ni les obligó a interesarse por la literatura. En la casa del matrimonio Delibes, había una amplia biblioteca, puesto que ambos padres eran ávidos lectores, pero nunca se impuso el hábito de leer. "Teníamos muchos libros al alcance de la mano, pero ni nos leyó, ni nos obligó a leer, ni le importaba mucho si leíamos o no leíamos. Eso sí, se terminaba leyendo porque no había televisión, estabas enfermo muchas veces y lo que tenías eras libros, terminabas leyendo, quieras o no", destacaba.
Ante la palpable ausencia de Miguel Delibes, su mujer, Ángeles de Castro, fue la capitana del barco, que fue la familia numerosa que formaron. Ambos vivieron una historia de amor inigualable que acabó antes de tiempo. A los 52 años, de Castro falleció de un tumor cerebral y el escritor tuvo que tomar las riendas para sacar a su familia adelante. Con su marcha, Delibes quedó totalmente devastado y así lo dejó entrever en el libro Señora de rojo sobre fondo gris. "Ella fue, con nuestros hijos, el eje de mi vida y el estímulo de mi obra pero, sobre todas las demás cosas, el punto de referencia de mis pensamientos y actividades". Delibes afirmó que, con la muerte de su mujer, "ha muerto la mejor mitad de mí mismo".

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