"Me ayudo con mis amigos todo el rato en los castings": dos actores jóvenes dan las claves para triunfar en la industria del entretenimiento

Madrid

La televisión española sigue generando producciones de gran calidad y proyección internacional, así que es necesario hacer zoom en quienes representan el futuro de la interpretación. En esta ocasión, el foco recae en Clara Sans y Carlos Scholz, dos jóvenes actores que, sin hacer mucho ruido, han llegado a primeras filas del panorama televisivo nacional. Lo hacen a través de papeles complejos y series con vocación de marcar estilo: Celeste y La vida breve, respectivamente. Ambos han pasado por 'La Ventana' para explicar su proceso a la hora de consolidarse en una industria tan fiera.

La actriz catalana Clara Sans, de 28 años, ha sido nominada al Premio Feroz como mejor actriz de reparto por su interpretación de Dani en Celeste, la serie dirigida por Elena Trapé y creada por Diego San José. Allí comparte pantalla con Carmen Machi, una presencia que, según nos cuenta, ha sido una suerte de guía y un reto: "Hice la prueba y lo mandé. No sabía hasta qué dimensión era mano a mano con Carmen Machi, una de las mejores actrices del país", ha contado Sans.

Sans no es nueva en esto. Ha pasado por ficciones como Cardo, Vestidas de azul o El fantástico caso del Golem, y viene de una formación artística multidisciplinar que incluye danza clásica, contemporánea y flamenca. Ha explicado que intenta predicar con la solidaridad con sus compañeros a la hora de realizar casting con ellos. "Cuando es para ti, es para ti. Si no, es que la energía o el proyecto no encajan contigo. No siento la competencia, me ayudo con mis amigos todo el rato con las pruebas. No me ha pasado de competir con ninguno", ha dicho la actriz.

Por su parte, el malagueño Carlos Scholz, de 31 años, protagoniza La vida breve, donde interpreta al joven monarca Luis I. Conocido ya por su participación en series como Toy Boy, Sin límites o Feria, en esta nueva producción comparte elenco con pesos pesados como Leonor Watling y Javier Gutiérrez. Scholz reconoce que hubo presión por la magnitud del papel, pero también se apoyó en la comedia como válvula de escape. "Este año estoy estrenando muchos proyectos como La Vida Breve. Estoy sorprendido porque había hecho cosas antes, pero muchos productores se han acercado a mí a raíz de esto", ha comenzado contando.

El actor, que comenzó su carrera en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, no olvida a sus compañeros y compañeras de promoción. "En cada promoción somos muchos. Me estoy encontrando muchos compañeros haciendo otras cosas en restaurantes o bares. Lo normal, nos puede pasar a todos. En esos momentos me siento mal y bien, porque no sé que decir. Me siento afortunado y no creo que haya hecho mucho más que ellos. Intento dar lo mejor de mí en cada proyecto y no quedarme con mala espina. Ser un buen compañero y que haya buen rollo en rodaje", ha explicado.

Sans ha querido recalcar sus miedos a no seguir trabajando, sobre todo en un inicio. "Yo al principio tenía mucho miedo el desierto, porque no me veía haciendo otra cosa por la vocación. Ahora he empezado a estar más tranquila con la industria. Quiero estar en los proyectos, aunque no hay tantos buenos al año. Me lo curro y cada vez sé más y me ruedo más", ha finalizado.