Agatha Christie desaparecida, Allan Poe asesinado y otros misterios sin resolver
Francesc Miralles, motivador de 'Si amanece', desvela algunos enigmas literarios por Sant Jordi

Agatha Christie desaparecida, Allan Poe asesinado y otros misterios sin resolver
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
En el día de Sant Jordi, la diada del libro, Francesc Miralles desvela algunos misterios ocultos en la Literatura de todos los tiempos. Pero, primero, un poco de contexto: el día de hoy es celebrado porque es la fecha en la que se cree que murió Cervantes, aunque algunos estudiosos aseguran que sucedió un día antes. También fue la fecha de la muerte de Shakespeare.
El primero de estos misterios responde a quién escribió el Manuscrito Voynich. Este legajo críptico que fascina a los esotéricos, un manual medieval de salud física y espiritual, pudo ser escrito por monjas dominicas para damas de la nobleza, según una de las muchas teorías. El motivador añade que nadie sabe qué es este libro de 200 páginas lleno de dibujos botánicos y científicos, escrito en un alfabeto y una lengua desconocidos que nunca han podido ser descifrados. Además de su autor, se desconoce si es un idioma real, un código o una invención. Eso sí, el carbono 14 demostró que tiene medio milenio de antigüedad.
Lo mismo sucede con los manuscritos en rongo-rongo, la misteriosa escritura de la lengua de Pascua.
Un poco más cercano a la actualidad es el siguiente misterio que propone Miralles: ¿tenía Molière un negro literario?
Del mismo modo que se dice que Christopher Marlowe fue el negro de Shakespeare, existe la teoría de que a Molière le escribía sus obras Pierre Corneille. La cosa es que Corneille era un dramaturgo muy famoso en su época, así que lo habría hecho por necesidad económica en unos años que estuvo en el dique seco, sin producir nada. Por otra parte, Corneille era un autor de dramas al que podía divertirle escribir comedias sin tener que firmarlas, y ambos hombres eran amigos. ¿Fue un negocio pactado entre ellos?
La sospecha de su autoría viene de las numerosas coincidencias entre algunos versos de Molière y los de Corneille, como destaca Denis Boissier en un ensayo. Si esa colaboración oculta existió, hace siglos que ambos literatos se la llevaron a la tumba.
De autorías ocultas pasamos a muertes oscuras. En este caso, la de Edgar Allan Poe. Todo empezó en Baltimore el 3 de octubre de 1849. Lo encontraron tendido en la calle en medio de delirios, con una ropa gastada que le quedaba pequeña y no era suya. No logró explicar cómo había llegado hasta allí ni por qué llevaba las prendas de otra persona. En los días que pasó en el hospital antes de morir, gritaba «¡Reynolds!» sin parar, alguien que nadie sabe quién era ni se ha podido relacionar con su vida.
Por si fuera poco, los registros médicos desaparecieron misteriosamente después de su muerte, por lo que es un enigma qué le sucedió en los días anteriores, a quién vio y cuál fue la causa exacta de su muerte.
Casi tan misterioso como la muerte de Poe fue la desaparición de Agatha Christie, la noche del 3 de diciembre de 1923. La escritora estuvo desaparecida durante once días en los que no pudo ser encontrada.
Se había ido de casa en plena noche sin revelar a dónde iba, dejando a su hija en manos del servicio. Al día siguiente encontraron su coche estrellado contra un árbol a varios kilómetros de su casa. Sin embargo, su cuerpo no estaba. Se había ido sin dejar rastro.
La autora de misterio era ya muy famosa, así que la buscaron por todas partes un millar de policías y hasta 15.000 voluntarios, entre ellos, el mismísimo Arthur Conan Doyle. Sin éxito. Fue noticia de portada incluso en el New York Times.
Sería descubierta once días después, en un hotel de Harrogate en el que se había inscrito bajo el nombre de Teresa Neele, el mismo apellido que tenía la amante de su esposo.
Cuando la interrogaron para preguntarle qué hacía allí, Agatha declaró haber sufrido un ataque de amnesia. Había perdido la memoria tras el accidente de coche y no la recuperó hasta que fue encontrada en aquel lugar, once días después. Algunos expertos consideran que pudo ser amnesia disociativa debido a la infidelidad constante de su marido.
¿Qué sucedió en realidad y por qué se encontraba allí bajo una falsa identidad? Tal vez nunca lo sepamos.




