'True crime' en el Vaticano y algunas curiosidades sobre la Guardia Suiza
Félix Martín abre el Juzgado de Guardia para continuar indagando en los entresijos del Vaticano
'True crime' en el Vaticano y algunas curiosidades sobre la Guardia Suiza
La semana pasada, con ocasión del fallecimiento del papa Francisco, Félix Martín abrió el Juzgado de Guardia con un acercamiento a la Santa Sede y al Vaticano desde las ópticas histórica y jurídica. El fiscal de 'Si amanece' enumeró las diferencias y conexiones entre ambos organismos y profundizó en la figura del papa como jefe de Estado, máximo representante de la Iglesia Católica y obispo de Roma.
No obstante, Félix Martín se quedó con ganas de más: ¿cómo se organiza el Vaticano como Estado? ¿Tiene parlamento, gobierno, tribunales...? ¿En qué se caracteriza su policía, la Guardia Suiza ¿Qué sucede si roban dentro de los límites del Vaticano? Y por su puesto, ¿hay crónica negra del Vaticano?
El Vaticano como estado soberano
Con una superficie de apenas 44 hectáreas, el Vaticano es el estado soberano independiente más pequeño del mundo, tanto por el número de habitantes como por la extensión de su territorio.
Sus fronteras están delimitadas por las murallas y por una línea imaginaria que uniría los dos hemiciclos de la Plaza San Pedro, espacio abierto al público y administrada por el alcalde de Roma, por concesión histórica del Romano Pontífice.
El término Santa Sede se refiere al gobierno central de la Iglesia Católica. La Santa Sede tiene personalidad jurídica internacional, lo que le permite firmar tratados, enviar y recibir representantes diplomáticos y tener las normas jurídicas de un Estado. Los embajadores extranjeros se acreditan ante la Santa Sede, que es, a su vez, quien envía a sus representantes diplomáticos (conocidos como nuncios).
Y como en todo estado, ¿hay un poder legislativo, ejecutivo y judicial? El fiscal responde afirmativamente. El poder legislativo lo ejerce el sumo pontífice, es decir, las leyes y reglamentos se publican en el Acta Apostolicae Sedis, que es el Boletín Oficial de la Santa Sede.
El poder ejecutivo en lo que se refiere a la administración de la Ciudad del Vaticano, lo ejerce el presidente del Governatorato. De hecho, desde octubre de 2021 y hasta el pasado 1 de marzo, ocupó ese cargo el cardenal español Fernando Vérgez Alzaga. Ahora, desde el 1 de marzo ¡es una mujer! Raffaella Petrini.
Mientras que el poder judicial es ejercido en nombre del sumo pontífice por los órganos constituidos, según el ordenamiento jurídico del Estado. Estos son un juez único, un tribunal de primera instancia, un tribunal de segunda instancia (Corte de Apelación) y un Tribunal Supremo (Corte de Casación).
Sus competencias están reguladas por leyes de enjuiciamiento civil y penal propias. No podemos confundir estos tribunales con los que tienen jurisdicción sobre asuntos de la Iglesia (Tribunal de la Rota, por ejemplo).
Los tribunales del Vaticano son tribunales para castigar delitos y resolver conflictos jurídicos dentro del territorio del Vaticano. A diferencia de este, el Tribunal de la Rota es el más alto de los tribunales eclesiásticos. Este es colegiado con sede en Madrid, cuya composición es de siete jueces presididos por un decano, un fiscal y un defensor del vínculo matrimonial.
Por tanto, la creación del Tribunal de la Rota es un privilegio que le fue otorgado al pueblo católico español por la Sede Apostólica, por el hecho de no tener que desplazarse hasta los tribunales romanos para el enjuiciamiento de las causas que son de su competencia. Así que, el Tribunal es exclusivo de España y data del siglo XVI.
¿Cuándo actuaría el Tribunal de la Rota y cuándo el Tribunal de primera instancia del Vaticano? Félix Martín los diferencia con dos ejemplos claros.
El primer supuesto hace referencia a dos personas casadas y creyentes que ansían el divorcio. Por las normas de derecho canónico no pueden conseguirlo, deben acudir entonces a la jurisdicción civil. No obstante, dada su fe, acuden a los tribunales eclesiásticos pidiendo la nulidad matrimonial o la separación. De este asunto se encargaría, por ejemplo, el Tribunal de la Rota.
Mientras que si un turista español sufre un hurto en la Plaza de San Pedro y la policía detiene a una persona como sospechosa, esta irá a parar al Tribunal de primera instancia del Vaticano. Y el turista: ¿deberá reportar el hurto a la Guardia Suiza?
Los entresijos de la Guardia Suiza
El fiscal de 'Si amanece' hace aquí un inciso para desmentir un mito. La Guardia Suiza no es la policía del Vaticano, así como la seguridad pública aquí se realiza por seguridad privada bajo la supervisión de la policía italiana, ya que así lo ha autorizado el Vaticano. Por tanto, en el caso del hurto, el turista tendría que acercarse a la policía italiana para denunciar.
Pero entonces, ¿qué rol desempeña la Guardia Suiza? El fiscal explica que es un cuerpo militar contratado como un cuerpo mercenario. Su función esencial es velar constantemente por la seguridad de la persona del sumo pontífice y de su residencia. Además, también tiene otras tareas asignadas como acompañar al sumo pontífice en los viajes, vigilar los accesos al Estado de la Ciudad del Vaticano, proteger el Colegio Cardenalicio durante la Sede Vacante y otros servicios de orden y honor.
En relación con el origen, que data de 1506, cuando el papa Julio II decidió formar un cuerpo de élite para su protección personal. Escogió a los suizos, famosos entonces por su destreza militar y su fidelidad como mercenarios.
Veinte años más tarde, en 1527, 147 guardias murieron en defensa del papa Clemente VII frente a las tropas, precisamente, del emperador Carlos V. Aquel acto heroico selló un pacto permanente entre la Guardia Suiza y el Vaticano.
¿Chascarrillo o no? ¿Existe un casting para escoger a los miembros de la Guardia Suiza? El fiscal expone que para entrar al cuerpo, hay que cumplir una serie de requisitos. El primero es ser hombre, entre 19 y 30 años (las mujeres están excluidas), suizo y soltero.
Los guardias no están obligados a cumplir el celibato de forma permanente, pero no pueden tener ninguna relación en el momento de ingresar en el cuerpo. Una vez dentro sí pueden casarse, pero deben haber servido al menos cinco años y contar con un alojamiento adecuado dentro del Vaticano para poder residir con sus familias.
Además, han de medir más de 1,74 metros y tener una formación profesional o título de enseñanza secundaria, no tener antecedentes penales y haber superado el servicio militar. La fe es otro requisito: es obligatorio ser católico practicante.
A cambio, su remuneración por proteger al papa no es de las más elevadas. Un alabardero (equivalente a soldado raso), por ejemplo, gana aproximadamente 2.000 euros brutos al mes. A medida que ascienden (cabo, sargento, oficial), el salario aumenta, pero sigue siendo modesto en comparación con otros cuerpos militares europeos. Eso sí, los gastos de alojamiento, manutención y asistencia médica corren por cuenta de la Santa Sede.
El servicio dura 26 meses, de los que dos son formación. Después, según las estadísticas, tres de cada cuatro se integran en la policía o el ejército suizo y el resto vuelve a sus trabajos o estudios. Y, como curiosidad, cada año sale un cura.
True crime en el Vaticano
Lo cierto es que sí hay precedentes de juicios celebrados dentro del Vaticano: uno en 2012, al mayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele. A este se le acusó de haber robado documentos en las estancias del papa y de su secretario privado, además de haberlos entregado a un periodista, Gianluigi Nuzzi, quien los hizo públicos en un libro, “Su Santidad: las cartas secretas de Benedicto XVI”.
El material sacó a la luz las intrigas vaticanas. El mayordomo, según sus abogados, admitió haber sustraído los documentos, pero afirmó haberlo hecho por amor al papa, para protegerle y para denunciar la corrupción en el Vaticano y sobre conductas poco ejemplares. Es más, dijo haber actuado como “agente del Espíritu Santo”.
En caso de condena en una situación como esta, el reo iría a una cárcel italiana, pues el Vaticano carece de prisión. Solo hay celdas para detenciones temporales.
Lo ocurrido con el mayordomo fue que lo condenaron a una pena de 18 meses de prisión por robo con agravantes de documentos privados del papa.
Poco tiempo después de que la causa fuera firme y de que el mayordomo hubiera cumplido una parte muy pequeña de la condena, Paolo Gabriele fue trasladado a dependencias del Vaticano y allí se reunió en privado con Benedicto XVI, quien le comunicó personalmente el indulto del resto de la condena.
Además, de juicios en el Vaticano, ¿hay antecedentes de crímenes? Aparte de la rumorología existente sobre la muerte de algunos pontífices, el fiscal de 'Si amanece' relata que hay un crimen confirmado que dio la vuelta al mundo: el de la Guardia Suiza.
El 4 de mayo de 1998, fue encontrado muerto el nuevo comandante de la Guardia Suiza, Alois Estermann, junto a su esposa, la venezolana Gladys Meza Romero, y el cabo Cédric Tornay. Al día siguiente, el portavoz del papa declaró que había sido el soldado "en un ataque de locura". Después de matarlos, el cabo decidió suicidarse.
No hubo juicio porque el sospechoso principal murió también. La madre de Tornay, se mostró de inmediato convencida de que la historia había sido de otra manera y pidió repetidamente la reapertura de la investigación, que la Corte de Apelaciones del Vaticano siempre ha rechazado.
El fiscal afirma que "siempre se cuestionaron dos cosas de estos hechos". En primer lugar, que el Vaticano no solicitara ayuda a la policía italiana de homicidios para investigar estos hechos, a pesar de su nula experiencia. Y, en segundo lugar, la falta de transparencia en relación con la investigación que se realizó y que se cerró con tanta rapidez. De hecho, la Santa Sede hizo pública la versión oficial sin tan siquiera esperar las autopsias de los cadáveres.