El tribunal que juzga a parientes de Al Assad por blanqueo de capitales decide que no es competente y mandará el asunto a Málaga
Estima una de las cuestiones previas planteadas por las defensas que no veían competencia de la Audiencia Nacional porque todos los bienes están en Marbella

Bachar Al Asad. / Pool BENAINOUS/HOUNSFIELD

Madrid
El tribunal de la Audiencia Nacional que juzgaba esta semana a varios familiares del expresidente sirio Bachar al Assad por blanqueo de capitales en España ha resuelto que no es competente para enjuiciar estos hechos y ha suspendido la vista oral, en espera de poner por escrito en un auto que corresponde entender de los hechos a una Audiencia Provincial, previsiblemente la de Málaga.
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El juicio arrancó este lunes, cuando las defensas plantearon sus argumentos contra la celebración de la vista oral, después de que uno por uno, todos los acusados se negasen a reconocer los hechos. Entre otras cuestiones previas, pusieron en duda que la Audiencia Nacional fuese competente para entender de los hechos, ya que se trata de un blanqueo de capitales mediante inversiones en inmuebles que están todos localizados en Marbella (y que alcanzarían un valor de 700 millones de euros en la actualidad).
Sostenían los letrados por eso que el juicio era competencia de la Audiencia Provincial de Málaga y el tribunal suspendió la vista para deliberar y tomar una decisión al respecto. Ha llegado nada más retomarse la sesión este martes pasadas las 10:00 y dejaba algún rostro de sorpresa en la bancada de las defensas.
"Hemos acordado estimar la cuestión relativa a la competencia de la Audiencia Nacional. Se dictará un auto para que puedan ser ejercitados los recursos oportunos en el que estimamos que no es competente la Audiencia Nacional para entender de los hechos en los términos en que está redactado el escrito de acusación", ha detallado el presidente del tribunal.
Ocho parientes de Al Assad
La Fiscalía acusaba a ocho parientes de Al Assad por levantar en España una "estructura criminal de carácter familiar" que se materializaba en la compra de inmuebles con fondos de origen ilícito. La instrucción arrancó en el año 2016 y se ha seguido en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional todo este tiempo.
De hecho, el juicio debía celebrarse en 2023, pero fue suspendido por problemas de salud de uno de los principales acusados, el tío de Bachar al Assad, Rifaat, quien finalmente ha quedado fuera del banquillo debido a su avanzada edad (87 años) y la persistencia de problemas médicos. Sus dos esposas sí han llegado a sentarse ante el tribunal de la Audiencia Nacional, igual que seis de los hijos que tuvo con ellas.
La acusación pública sostiene que Rifaat al Assad "se valió, no solo de personas que diseñaron" un "entramado societario en Gibraltar", donde fueron ya condenados, sino "también de los miembros de su familia", que cobraban un fijo anual por mantener una serie de sociedades con apariencia de legalidad en España desde mediados de los 80, fruto del golpe de Estado que le situó en una posición de poder en Siria desde la que enriquecerse por vías ilícitas, y hasta 2016.
Una de esas vías sería el contrabando desde el Líbano, el tráfico de obras de arte ("organizó un expolio sistemático del patrimonio histórico de Siria", dice la fiscal), la usurpación de propiedades y su venta; y el tráfico de sustancias estupefacientes, fundamentalmente hachís, conforme detalla el escrito de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Todo ese dinero viajó con él cuando en 1983 pactó con su hermano el exilio y se llevó una indemnización de 214 millones de dólares con cargo a las arcas públicas de Siria. La fortuna que habría amasado, no obstante, se estima en más de 4.000 millones. En España constan inversiones en bienes inmuebles a un precio de adquisición por encima de los 52 millones de euros, que hoy serían en el mercado 700 millones, de acuerdo a la Fiscalía.