El Síndic de Greuges también investiga la proliferación de grupos ultraconservadores en la escuela catalana

Barcelona

El Síndic de Greuges ha abierto una investigación sobre el aterrizaje en algunas escuelas catalanas de grupos ultraconservadores, vinculados a movimientos religiosos como Camino Neocatecumenal o Comunión y Liberación. El último caso es el de la escuela Virgen Mare de Déu del Carme de Terrassa, donde 150 familias han contratado un abogado para revertir la deriva ultracatólica de un centro que pertenece a la orden de los Carmelitas.

El Síndic, según confirman fuentes de la institución, ha pedido al departamento de Educación que detalle qué valoración hace la inspección del caso, una vez escuchadas las familias y la dirección del centro, y qué acompañamiento se está haciendo a los afectados.

Esta investigación se suma al expediente anunciado a principios de abril por la consejera Esther Niubó, que esta tarde tendrá que dar explicaciones en el Parlament sobre el caso en respuesta a una interpelación de los comunes.

"El ideal cristiano tiene que impregnarlo todo", desde el currículum a las actividades extraescolares"

Al frente de tres de estas escuelas está Luis Seguí, director de Fundación Educat y persona vinculada a los grupos Comunió y Liberació y Camino Neocatecumenal. Seguí ha declinado hablar con SER Cataluña, pero en una entrevista publicada a principios de este año en un canal religioso de YouTube defiende que la religión tiene que impregnar "todas las actividades" de una escuela que se diga cristiana y se lamenta que en la mayoría de los centros teóricamente religiosos, "Dios no está y no se le espera".

Lluis Seguí considera que en muchas escuelas cristianas el hecho religioso ha quedado reducido "a una cosa sentimental, kumbayá" porque con frecuéncia, afirma, los titulares de los centros son congregaciones religiosas donde "los frailes y las hermanas se han preocupado más del dinero que de la educación, por una carencia de fe y de clarividencia sobre la misión que tienen". "Han puesto la dirección de los centros en manos de buenos gestores, que les han garantizado la jubilación y que el centro no cierre, pero en estos colegios Dios no está y no se le espera".

Lluis Seguí defiende que una escuela realmente cristiana "tiene que ser capaz de desarrollar hasta el último capilar el ideal cristiano de Educación". "Esto significa desde el currículum y la importancia de las matemáticas en primaria, a cómo se plantea una excursión en la escuela, o porque una actividad escolar extraescolar sí o no".

En esta línea, el director de la Fundación Educat y director pedagógico de la escuela Mare de Déu del Carme de Terrassa, asegura que "no es lo mismo llevar a los niños de excursión a la naturaleza porque es San Francisco de Asís, que explicarles que San Francisco decía que la naturaleza es camino para llegar a Dios, porque es la obra de Dios y por su belleza nos remite a él". "Una cosa es educativa", concluye, y la otra "una pérdida de tiempo".

Los profesores cristianos "dan mejor fruto"

Seguí se queja de que la mayoría de escuelas cristianas "contratan a cualquiera" para dar clase y solo les piden "que cuando se haga la misa de inicio de curso se comporten". Admite que es complicado que en un centro todos los profesores sean creyentes, pero asegura que basta con que " haya cuatro o cinco" que tengan clara la fe y el resto lo respete "no por una obediencia irracional, ni por aquello de saber para quien trabajas" sino "ante la evidencia que los compañeros que si son religiosos dan mejor fruto". "Uno puede no compartir la hipótesis cristiana, pero ver que los compañeros que la comparten dan más fruto, tienen mejor trato con los alumnos, y son más potentes como profesores".