"Hay una incertidumbre tremenda": por qué es tan peligrosa la sonda soviética que mantiene en vilo a todo el planeta
Se espera que caiga sobre nuestro planeta el próximo sábado 10 de mayo

Imágenes de archivo de una de las sondas soviéticas Venera. / Sovfoto

Madrid
Dentro de apenas unos días, concretamente el próximo sábado 10 de mayo, la sonda espacial Cosmos 482 se estrellará contra la Tierra en un punto todavía por determinar. Tras algo más de 50 años vagando por el espacio como consecuencia de una serie de errores que le impidieron completar su misión principal, la nave espacial soviética que tenía como destino el planeta Venus caerá sobre nuestro planeta próximamente. Los expertos no pueden predecir con exactitud el lugar donde caerá, ya que su reentrada es un proceso incontrolado, pero han establecido una amplia franja de países sobre los que podría caer.
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Por el momento sabemos que el área potencial del impacto abarcará una vasta franja del planeta, cubriendo desde latitudes 52 grados norte hasta 52 grados sur. Es decir, la sonda podría caer en numerosas regiones de Europa, América del Norte y Asia, además de Australia, Sudamérica y África. Desde grandes capitales como Roma y Londres hasta otras como Nueva York o Pekín. Todo dependerá de la hora exacta a la que la sonda entre en contacto con el planeta Tierra, lo que nos permitirá conocer con una mayor precisión el área en la que podría caer esta sonda que mantiene en vilo a la comunidad científica.

"Hay una incertidumbre tremenda": por qué es tan peligrosa la sonda soviética que mantiene en vilo a todo el planeta
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Una sonda diferente
¿Por qué? Porque difiere considerablemente de todo lo que habíamos visto hasta ahora. Así lo ha dado a conocer el periodista Nuño Domínguez en declaraciones a la Cadena SER, donde revela que esta sonda estaba preparada para aterrizar sobre la superficie de Venus, con todo lo que ello supone: "Es una sonda que se lanzó en el año 1972 que además no se dijo que para qué era. Solo supimos que estaba preparada para aterrizar en Venus, que tiene unas presiones y una atmosfera infernal".
De esta manera, la sonda soviética fue construida para poder resistir situaciones extremas como las que vivirá en su reentrada a la Tierra: "Es posible que los soviéticos la protegieran los suficiente como para que, si ahora cae en la Tierra, pase de una sola pieza y no se desintegre con el rozamiento con la atmosfera. Va a ser una cosa de 500 kilos cayendo a plomo". A pesar de que la sonda se frenará casi por completo en su reentrada a la Tierra, esta tendrá todavía una velocidad considerable para hacer un gran destrozo en caso de que caiga sobre tierra firme.
La gran incertidumbre
Algo que sorprende al periodista tecnológico, ya que a día de hoy no tenemos del todo claro dónde puede caer: "Llevamos 70 años de carrera espacial y nunca hemos tenido problemas con la chatarra espacial. Se dice que alguna vez ha habido destrozos en casas, pero nunca ha pasado nada. Y eso que cada semana caen restos de cohetes de una tonelada. La única preocupación es que esta es una sonda soviética preparada para entrar en Venus, con lo cual puede que sobreviva de una forma bastante integra a su reentrada en la atmósfera".
Hay una gran incertidumbre tanto por el estado de la sonda en su reentrada en la Tierra como por los potenciales lugares sobre los que podría caer: "Es que hay una incertidumbre tremenda. Hay una ventana de varias horas en las que puede caer y, dependiendo la hora a la que caiga, puede caer en medio del océano o en el continente. Podremos saberlo más o menos según vayan pasando las horas, pero es una completa incertidumbre hasta que caiga y los satélites puedan ver la traza de calor en la atmósfera".

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




