Muere a los 64 años Iñaki Fernández, voz irreverente de la Movida madrileña y líder del grupo Glutamato Ye-yé

Iñaki Fernández, más conocido como Iñaki Glutamato, cantante del grupo Glutamato Ye-yé y figura clave de la Movida madrileña, ha fallecido a los 64 años, según ha confirmado este sábado el grupo en redes sociales. "Después de luchar varios meses contra una enfermedad", explicó la banda en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram, "nuestro Iñaki ha fallecido esta madrugada (…) Estarás en nuestros corazones glutameros".

Nacido en 1961, Iñaki fue uno de los fundadores del grupo junto a Ramón Recio en 1979, en pleno estallido cultural de la posdictadura. Con su mezcla de pop, psicodelia y un fuerte componente de humor absurdo e ironía, Glutamato Ye-yé se convirtió en una de las bandas más excéntricas y rompedoras de los años 80 en España.

Su tema más conocido, 'Todos los negritos tienen hambre y frío', lanzado en 1983, fue un éxito inmediato y al mismo tiempo un símbolo de la provocación que caracterizaba a la Movida. La canción, que jugaba con los límites del humor negro y el absurdo, generó polémica en su momento, pero también consolidó al grupo como una de las formaciones más irreverentes del momento.

Canciones como 'Un hombre en mi nevera', 'Alicia' o 'La tentación' también fueron emblemas de una época en la que el panorama musical español estaba en plena ebullición. Su presencia en programas como 'La edad de oro', de Paloma Chamorro, o 'Caja de ritmos', dirigido por Carlos Tena, les dio una gran visibilidad en la televisión pública, que por entonces era un escaparate crucial para los nuevos sonidos urbanos.

Aunque la banda se disolvió oficialmente en 1986, Glutamato Ye-yé mantuvo su espíritu vivo con apariciones esporádicas. En 2008, por ejemplo, volvieron a actuar en un concierto retransmitido por 'Radio 3' en el programa 'Tresfusión', donde repasaron sus grandes éxitos y homenajearon a otros miembros ya fallecidos.

Más allá de la música, Iñaki Glutamato se convirtió en una figura de culto dentro de la cultura underground madrileña. Su estilo desinhibido, su actitud provocadora y su manera de entender el arte como un espacio para lo absurdo y lo radical le hicieron ganarse el respeto de toda una generación que encontró en la Movida una forma de romper con el pasado y mirar hacia el futuro con libertad.