"Eso es una marranada": la respuesta del perfumista Toni Cabal a Aimar Bretos

Madrid

Toni Cabal, uno de los maestros perfumistas de referencia, ha creado fragancias exclusivas para las perfumerías nicho más selectas del mundo, a la vez que ha diseñado perfumes para detergentes. En la práctica, Toni Cabal puede vender perfumes que sobrepasan los doscientos euros y crear, junto a su equipo, el perfume para un detergente que se va a vender en Nigeria. Aunque la perfumería es un arte, capaz de evocar sensaciones, recuerdos o aspiraciones, el trabajo de Cabal es fundamentalmente el de un ingeniero químico con una memoria olfativa descomunal. Aprovechamos su paso por Hora 25 para responder a las preguntas más frecuentes sobre el uso de perfumes.

¿Hay una etiqueta para saber qué perfume usar según la ocasión?

Nunca he pensado en el perfume que me pondría en un funeral, pero sí que pienso en un perfume en función de lo que quiero dar a entender o de lo que quiero resaltar. El perfume es un claro reflejo de la personalidad. Yo he conocido a gente que aparentemente por la forma de vestir parece muy conservadora, pero que utiliza perfumes muy atrevidos.

¿Cambia el olor de un mismo perfume pasadas unas horas?

Sí, claro. El perfume evoluciona porque el perfume es una mezcla de diferentes moléculas con comportamientos diferentes a la hora de evaporarse. Tienes notas más volátiles, que son las que hueles al principio y tienes materias primas que duran más, que son las que hueles al final.

Si llevo mucho tiempo fuera de casa y empiezo a dejar de oler o a oler mal, ¿está bien que me eche perfume encima?

Estás haciendo una marranada. Eso es tremendo. Si no te has duchado y te echas un perfume potente, algo enmascara. Si estás mezclando un olor corporal de que has estado tres días en Roma y luego has ido a Ciudad Real y no te has duchado... Créeme que eso es una una marranada. Un perfume hay que aplicárselo cuando uno está limpito.

¿Qué opina del 'layering', la tendencia de mezclar diferentes perfumes?

Esto es una salvajada. Se ponen de moda cosas tremendas, la verdad. Un perfume es una mezcla armónica de materias primas que, bien dosificadas, crean algo fantástico, con un olor final que tiene que ser único. Una fragancia puede tener desde 30 hasta 200 o 300 ingredientes. Si tú coges un perfume que es una nota floral, con notas jazmín y rosadas y lo mezclas con un perfume cítrico fresco, con bergamota o limón lo que estás haciendo es una barbaridad. Es imposible controlar fórmulas dispares sin saber lo que estás haciendo. Ya es muy difícil hacer una fragancia armónica controlada de principio a fin, como para mezclar sin saber lo que estás haciendo. Dile a un enólogo que mezclas un Vega Sicilia con un vino de tetrabrik.

¿Cómo hay que ponerse un perfume?

Póntelo como quieras, pero póntelo. O sea, quiero decirte que esto de que si te lo pones en la muñeca o te lo pones en la nuca, te lo pones en la oreja o en no sé dónde... Yo me lo echo en cuello y un poco encima de la ropa. Yo no me pongo en las manos, porque no me gusta oler a perfume en las manos. Si estás comiendo, tomando un café acabas oliendo el perfume al beberlo.

¿Dónde hay que guardar el perfume?

El perfume se puede guardar en el cuarto de baño, porque es donde tú te lo aplicas. La humedad no le afecta porque está cerrado por el envase, pero lo que sí le afecta es la temperatura. Además, cuando vas utilizando el perfume, cuando lleva tiempo abierto, se va creando una cámara de aire que hace que se oxide el perfume. Con altas temperaturas, esa oxidación se acelera. Los cítricos, por ejemplo, se oxidan más fácilmente.

¿Qué opina de las equivalencias?

Lo que no puedes pretender es que un perfume que te lo venden a diez euros huela igual que un perfume de 240. Puedes conseguir que la nota general sea muy parecida, pero cuando lo vas aplicando, ves que la diferencia es abismal.