Un catedrático de derecho, contundente ante la filtración de las conversaciones entre Sánchez y Ábalos: "Es incompatible con la democracia"

La reciente filtración de mensajes de WhatsApp entre el presidente del Gobierno y el exministro de Transporte, José Luis Ábalos, ha generado un gran revuelto en el Ejecutivo y ha levantado un debate entre los expertos sobre la ilegalidad o no de la publicación. Desde la cúpula de Pedro Sánchez han reiterado en la sesión del control de este miércoles en el carácter delictivo de la filtración. "Esta vulneración puede ser un comportamiento delictivo y damos por hecho que habrá una investigación judicial y si no la hubiera, haremos todo lo posible para que lo haya", decía el ministro de la Presidencia en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Sin embargo, existen matices que complican llegar a una conclusión clara. La confesión de Ábalos de que guardó esos mensajes en memorias externas, custodiadas por Koldo García y ahora en posesión de la UCO como parte de la investigación del caso Koldo, y consintió la publicación de aquellos correspondientes a 2023, añade un nuevo matiz. Por ello, para reflexionar sobre la legalidad de las filtraciones, Aimar Bretos ha invitado a Hora 25 al catedrático de Derecho de Procesal de la Universitat de Barcelona, Jordi Nieva-Fenoll.

El experto ha confesado que en la ley "no está claro" y que, en ocasiones, depende del caso y de qué se trate. Si se tratase de una conversación privada entre dos interlocutores, que cualquiera de los dos puede difundir, explica, que sí sería posible publicar, tal y como apunta que ha ocurrido en el caso de los mensajes entre Sánchez y Ábalos. Sin embargo, si se tratase de un hecho íntimo, la jurisprudencia reconoce delito. Nieva-Fenoll recordaba que esto cambió cuando afectó, justamente, a un conocido periodista de este país al que grabaron en esa situación.

Entrar en una paranoia

"La jurisprudencia es muy divagante en todo esto. A mí lo que me molesta es que se hacen unas diferencias dependiendo de los hechos de cada caso concreto y dependiendo sobre todo de a quién afectan. Me parece indignante", lamentaba. Jordi Nieva-Fenoll hacía alusión al caso del fiscal general del Estado, al que se investiga por la supuesta filtración de datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, "sin que ni siquiera esté claro que sea realmente algo secreto"; mientras que la filtración de mensajes del presidente del Gobierno parece que "no hay ningún problema".

Este doble rasero es precisamente lo que el experto señala como la causa de las contradicciones y las fricciones. "En una democracia, uno tiene que tener derecho a hablar con tranquilidad en privado con alguien, sin pensar que lo están grabando", sostenía. Es por esto que, desde hace años, Jordi Nieva-Fenoll aboga porque sea delito la publicación de conversaciones privadas, incluso aunque uno de los dos esté conforme con su revelación, destacando ya es algo que se considera delito en otros países como Alemania.

"Cuando uno tiene una conversación con alguien, no puede pensar que ese alguien va a ser una arca cerrada y nunca va a hablar de lo que ha hablado. Pero otra cosa diferente es que haga pantallazos de la conversación o te grabe, como si fuera de un servicio secreto, y nos haga entrar a todos en una situación en la cual no nos atrevamos a tener ninguna conversación privada y entremos en la paranoia de que siempre nos están grabando. Es incompatible con una democracia", añadía.