Si tu táper está dañado, es hora de tirarlo: puede ser un riesgo para la salud
Los daños liberan sustancias químicas que se transfieren a los alimentos, especialmente si se calientan o si el envase se somete a lavados intensos


Reutilizar envases de plástico deteriorados puede parecer inofensivo, pero los expertos advierten que hacerlo representa un riesgo real para la salud. Grietas, cortes o deformaciones en un táper son señales claras de que ha llegado el momento de desecharlo. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estos daños aumentan significativamente la posibilidad de que el plástico libere sustancias químicas que se transfieren a los alimentos, especialmente si se calientan o si el envase se somete a lavados intensos, como en el lavavajillas.
El riesgo invisible: la migración química
El fenómeno de la "migración" consiste en el paso de compuestos del envase al alimento. Esta transferencia puede producirse incluso con materiales considerados seguros, pero se agrava con el uso inadecuado: guardar comida caliente, calentar en microondas sin que el táper sea apto para ello, o utilizar envases dañados. Según la OCU, una de cada cuatro personas ni siquiera sabe que este riesgo existe.
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Aunque la migración puede parecer imperceptible, los efectos a largo plazo de la exposición continua a ciertos compuestos son motivo de preocupación. La situación se vuelve aún más delicada cuando los envases están fabricados con plásticos que contienen bisfenol A (BPA), un químico utilizado durante años en la producción de plásticos y que está relacionado con alteraciones hormonales. Desde enero de 2023, el BPA está prohibido en España y su uso será eliminado en toda la Unión Europea, pero aún puede encontrarse en recipientes antiguos.
No todos los plásticos son iguales
Los recipientes fabricados con materiales más estables como el polipropileno (PP), identificado con el número 5 en el símbolo de reciclaje, son más seguros. Sin embargo, incluso estos deben desecharse si presentan daños. El calor, la acidez o la grasa de algunos alimentos acelera la degradación del plástico, aumentando los riesgos.
También conviene evitar reutilizar envases diseñados para un solo uso, como las tarrinas de comida para llevar o botellas de agua. Tampoco se recomienda calentar alimentos envueltos en papel de aluminio, sobre todo si son ácidos o salados, ya que este material puede reaccionar con ciertos ingredientes.
Cómo elegir un táper seguro
Los expertos recomiendan seguir estas pautas para reducir riesgos:
- Priorizar recipientes de vidrio, acero inoxidable o cerámica.
- Elegir táperes de plástico con etiquetas "BPA Free" y símbolos de aptitud para microondas.
- No calentar comida en envases deformados o con grietas.
- No reutilizar plásticos de un solo uso.
- Evitar productos que mezclen fibra de bambú con melamina, prohibidos en la UE por su toxicidad.
En resumen: si tu táper está dañado, deshazte de él
Renovar los envases de cocina no solo es una cuestión estética, sino una forma de proteger la salud. Como recuerda la OCU, "evitar la migración es imposible, pero sí podemos reducirla al máximo con hábitos adecuados". Ante la duda, el vidrio y el acero inoxidable son siempre la opción más segura para almacenar y calentar tus alimentos.




