La verdad detrás de uno de los mayores mitos que nos han contado sobre la muerte: "No tiene ningún fundamento"

Madrid

Seguro que en alguna ocasión has escuchado eso de que el pelo y las uñas de una persona siguen creciendo incluso después de su muerte. Y no solo es que lo hayas escuchado, sino que lo has visto hasta la saciedad en decenas y decenas de películas en las que aparecen los siempre icónicos zombis. Lo has visto en The Walking Dead, en Juego de Tronos y también en la más reciente The Last of Us, donde vemos a numerosos infectados con largas cabelleras y uñas cuanto menos pronunciadas. Sin embargo, tenemos que contarte que no es más que un mito.

Así nos lo ha explicado este miércoles el doctor Fernando Fernández Bueno en declaraciones a El Faro de la Cadena SER, donde nos cuenta que no es más que una ilusión óptica que se genera a raíz del proceso de descomposición de nuestro cuerpo: "Es un mito fundamentado por los hallazgos que ha habido cuando se han desenterrado algunos cadáveres. Lo que pasa realmente es que tanto el pelo como las uñas tienen una matriz que está formada por células".

"No es así"

En el momento en el que nos morimos, todas esas células del cuerpo dejan de recibir oxígeno o vascularización y, entonces, dejan de crecer. ¿Y qué ocurre con el resto de células? Que comienzan a desecarse hasta perder esa cantidad de líquidos que tienen los tejidos. De esta manera, la piel comienza a adelgazar y el cuerpo comienza a hacerse más pequeño: "La sensación que obtienes es que están creciendo tanto el pelo como las uñas, porque tienen queratina y son inamovibles, pero no es así".

Por lo tanto, el doctor Fernando Fernández Bueno considera que es una licencia artística que se ha hecho principalmente en el mundo del cine y la televisión pero que no tiene ningún fundamento. Lo que sí que es cierto es que hay ciertas partes de nuestro organismo, como es el caso de las orejas de la nariz, que no paran de crecer a lo largo de nuestras vidas: "Tienen un crecimiento muy pequeño, a lo mejor de un milímetro cada cinco o diez años, pero sí que es verdad que al final aparece ese crecimiento de la nariz y sobre todo el afilamiento de la misma, porque queda más puntiaguda".

También nos crecen algunos órganos internos

Nos crece la nariz, nos crecen las orejas, y también algunos órganos internos. Sin embargo, el hecho de que estén cubiertos por nuestro cuerpo nos impide fijarnos en los mismos. Y la mayoría de ellos crecen como consecuencia de la grasa que desarrollamos en nuestro cuerpo, lo que provoca que acaben hinchándose o cambiando de tamaño.

En definitiva, no es cierto que nos sigan creciendo el pelo y las uñas después de la muerte. Lo que sí que es cierto es que hay distintas partes de nuestro cuerpo que sí que van creciendo a lo largo de la vida hasta que nos morimos. Por lo tanto, lo que te han mostrado en las series y películas de ciencia ficción no es más que una licencia que, sin embargo, ha calado en el imaginario colectivo.