López Nieto, exárbitro internacional: "Negreira debería ser declarada persona non grata de por vida por el arbitraje español"

De correr la diagonal por los estadios más importantes del fútbol nacional e internacional a correr con el riesgo de las decisiones más importantes al frente de un club de baloncesto, el Unicaja de Málaga, que en un año natural ha ganado seis títulos (cuatro de ellos esta misma temporada); de sufrir las presiones de miles de aficionados, casi siempre disconformes con sus decisiones, a ser casi idolatrado por una afición cuyo equipo de basket se ha saltado el protocolo y expulsado de las mieles de la gloria a todo un Real Madrid o FC. Barcelona; de ser López Nieto (los árbitros pierden su nombre en beneficio de sus dos apellidos) a ser Don Antonio Jesús López Nieto; de trencilla, a presidente; del fútbol, al baloncesto; de estar en el centro del huracán de la polémica permanente, a poder decretar el estado de felicidad de toda una ciudad, la de Málaga. "No es normal, Unicaja vive un momento extraordinario, porque lo lógico es ganar un título cada cierto tiempo". Y explica que "cuando llegamos el Unicaja estaba en un momento muy bajo, en lo deportivo y lo social. Era un equipo sin alma". Ahora, afirma convencido "con trabajo y mucha pasión, quitándonos todas las horas, las cosas han salido por encima de lo esperado. Hoy cualquier niño aficionado es de un jugador de Unicaja".

Antonio Jesús López Nieto, pese a todo, no pierde la cabeza, y sabe que la línea entre la euforia y la zozobra, entre el reconocimiento y el oprobio, es mucho más delgada que la que marca en el parqué un tiro de tres o en el césped el área pequeña, donde nacen los penaltis o se pierden para siempre. "Lo lógico es que equipos con más presupuesto acaben ganado, pero nuestra obligación es mantenernos, tratando de aguantar el máximo tiempo posible. Sé que volveremos a no ganar títulos. Tengo muy estudiada la derrota porque durante muchos años he sido árbitro".

Lo normal es que ser árbitro de fútbol (solo a la altura de ser picador en una corrida de toros) carezca de prestigio, pero no de vocación. ¿Qué razones llevan a una persona a querer ser juez y tomar decisiones complicadas en cuestión de segundos (él no conoció el VAR) ante cincuenta mil espectadores? ¿Dónde se conformó ese deseo? "Yo jugaba al baloncesto y al fútbol. Lo de arbitrar fue una casualidad. Un día me dieron un silbato, arbitre y pensé que esto era lo mío. Ni siquiera sabía que los árbitros cobraban dinero", recuerda.

López Nieto, repasando su carrera arbitral, que duró quince años, comparándola con la actual, explica que "el problema arbitral es que hay mucha gente opinando que nunca ha sido árbitro, que no sabe lo que es el arbitraje".

Asegura que se marchó al retirarse porque nunca le pidieron que se quedara. "Yo era un observador cercano de una realidad triste y como no podía cambiarla me marché". Y en ese sentido, no duda en reprobar las críticas al arbitraje de Real Madrid TV o sobre el caso Negreira y los pagos recibidos en calidad de vicepresidente del Comité Técnico arbitral por parte del Barcelona. "El 'caso Negreira' -ha comentado el excolegiado- va a ser recurrente mientras no haya una decisión. Pero yo era el designador durante 16 años y garantizo que no va a ver nada que afecte a los árbitros de fútbol en activo sobre el tema Negreira: nada, nada económico. Yo te digo que operativamente (Negreira) no me habló nunca de estos temas".

Preguntado por si en algún momento recibió algún tipo de directriz, López Nieto ha asegurado que "Jamás, nunca. Además, los que me conocen, saben que no hay directriz, que yo tomo mis decisiones y me puedo equivocar o no, pero yo, que puedo meter la pata, nunca he metido la mano".

López Nieto ha considerado el Caso Negreira como un tema muy oscuro y poco ético y ha sentenciado: "Para mí Negreira tenía que ser considerada persona non grata públicamente por el arbitraje español de por vida".