La primera y única que vez que Almudena Grandes actuó en el cine: "No me gustó nada"

El documental Almudena, de la cineasta Azucena Rodríguez, ha salido a la luz para presentar el lado más íntimo de la prestigiosa escritora que falleció en 2021 a causa de un cáncer. Además de conversaciones íntimas con la madrileña, la producción rescata las voces de las personas más cercanas Grandes, desde íntimos amigos como Joaquín Sabina y Benjamín Prado, e incluso de su viudo, el poeta Luis García Montero.

No es la primera vez que su amiga Azucena Rodríguez dirige una producción audiovisual en su honor. En 2007 ya llevó al cine la novela Atlas de geografía humana, que más tarde también fue adaptada para el teatro. Con motivo de este estreno, en Sucedió una noche han querido repasar la historia de la famosa escritora con el cine, que aunque no ocupó el mismo espacio que las letras, también se hizo un hueco en su alma.

Y es que la relación de la literatura de Grandes con la industria ha ido siempre la de la mano. Su primera novela, Las edades de Lulú fue llevada a la gran pantalla por dirección de Bigas Luna, con un guion escrito junto a la autora y por el que ambos fueron nominados a los Premios Goya en el año 199. Pero más allá de la pasión que Almudena Grandes haya podido sentir por el cine, destaca la única vez que se atrevió a ponerse delante de las cámaras.

En 1982, Almudena Grandes asumió un pequeño papel en la película A contratiempo, dirigida y protagonizada por su también amigo Óscar Ladoire. Pero la escritora no guardaba muy buen recuerdo de la experiencia. "Él hizo un papel, para mí yo no tenía ni guion. Tenía 20 años, sí, lo hice a pelo y todo el mundo dijo, "oh, qué bien estás". Pero a mí no me gustó nada la experiencia, la verdad, me aburrí mucho", explicó en su día.

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Es por esto que su relación con el cine se nutre, sobre todo, de las adaptaciones que se han hecho de sus novelas y relatos. Historias comandadas por grandes personajes femeninos y que sobre el papel parecían no tener un fácil acomodo cinematográfico. "Yo escribo novelas difíciles de llevar al cine y me las llevan todas. No sé por qué hay otra gente que escribirá novelas más fáciles y no les harán películas, pero mi caso es distinto." Y eso que, a pesar de todo, ella nunca acababa satisfecha sobre ninguna de las cintas que hacían sobre su trabajo, algo que, decía, "no tiene importancia".