Karol Nawrocki, otro admirador de Trump en el este de Europa

Ya nos hemos acostumbrado a los nombres de Giorgia Meloni, Viktor Orbán y Robert Fico como elementos de ruptura ultranacionalista en el corazón de la Unión Europea y ahora tenemos que sumar otro más: Karol Nawrocki. El nuevo presidente de Polonia se suma a la lista de dirigentes ultraconservadores con influencia creciente en el continente tras su victoria electoral.

Pero, ¿quién es Karol Nawrocki?. Hasta su elección como candidato del conservador PiS, era considerado un intelectual en el partido especializado en la historia de Polonia.

Desde su salto a la primera línea política, ha enarbolado la bandera de la "normalidad" como la base para la Polonia del futuro. Esa normalidad pasa por un rechazo frontal de la inmigración ilegal y de la igualdad de derechos para la población LGTBIQ+. Ya en su primer discurso al conocer los resultados se ha presentado como quien une "a los patriotas, a los que quieren una Polonia segura, a los que no quieren inmigrantes ilegales".

Nawrocki se opone a la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, defiende las restricciones más severas para el aborto y repite constantemente el mantra de la "ideología de género" para situarse en la línea de otros líderes ultraderechistas internacionales.

EP

Euroescéptico y trumpista

Nawrocki se convierte en presidente del país con el ejército europeo más numeroso en el seno de la OTAN, donde es firme partidario de alcanzar el 5% del PIB en inversión en Defensa como quiere Trump.

De hecho, el propio presidente de Estados Unidos le respaldó de manera explícita antes de las elecciones. En cuanto a la Unión Europea, Nawrocki sigue la misma línea del húngaro Orbán, la de rechazar totalmente la tutela de Bruselas, pero sin intentar salir de la Unión. "Polonia debe despertar a la UE", decía en campaña, al estilo del mandatario húngaro que aboga por dinamitar la política comunitaria desde dentro.

Escándalos que no le han pasado factura

Durante la campaña electoral Nawrocki ha estado en el punto de mira por habérsele relacionado con la compa de un apartamento en Gdansk a un jubilado a cambio de cuidar de él, algo que el nuevo presidente no cumplió, por lo que este anciano ha terminado en una residencia.

Nawrocki acabó donando ese apartamento a una organización benéfica, pero a pesar del escándalo político y mediático, ha logrado reunir el voto no sólo de sus partidarios, sino también de los simpatizantes de otros partidos de extrema derecha que se han quedado fuera de la segunda vuelta.

Los medios polacos le han vinculado con organizaciones mafiosas relacionadas con la prostitución o con peleas entre ultras de fútbol. Nawrocki sí ha defendido este tipo de peleas, que califica de "nobles", pero ha negado una y otra vez cualquier relación con grupos delictivos.