Sergio Peris-Mencheta: "Tengo amigos judíos que defienden las políticas de Netanyahu y tengo una crisis existencial importante con ellos"
'Blaubeeren' es la nueva obra del dramaturgo y director, un álbum de fotos del Holocausto, en las que vemos a los nazis pasear alegremente por Auschwitz. Una reflexión sobre mirar hacia otro lado para no querer ver el mal

"Me gusta decir que no estoy enfermo, estoy en proceso de curación". Han pasado casi 730 días desde que Sergio Peris-Mencheta estuvo por última vez en La Hora Extra. El actor, dramaturgo y director nos presentaba Cielos, de Wajdi Mouawad, un thriller sobre cómo parar un atentado terrorista. Ensayando aquella obra le diagnosticaron leucemia y empezó un camino que ha volcado en un libro con la editorial Planeta. En 730 días: la enfermedad como espejo del tiempo no pretende explicar qué es vivir una enfermedad como la que ha vivido, ni dar consejos para llevarla mejor ni mucho menos para superarla. "Solo hablo de mi viaje y de las conexiones que este tiene con mi pasado, mis ancestros; con mi futuro, mis expectativas; y, sobre todo, con mi presente, momento a momento, mientras me dicto internamente cada palabra, reviso cada párrafo y me replanteo cada capítulo. Y de cómo este viaje, el de la enfermedad y el de este libro, ha transformado mi manera de mirar a la muerte y, por lo tanto, a la vida", escribe Peris-Mencheta.

Cubierta de 730 días: la enfermedad como espejo del tiempo, de Sergio Peris-Mencheta / Planeta

Cubierta de 730 días: la enfermedad como espejo del tiempo, de Sergio Peris-Mencheta / Planeta
"Como digo en el libro, ahora soy el mismo, pero mis ojos son los mismos, miro otras cosas, me llaman la atención otras cosas. Estoy más relajado, esto que dicen de que le das valor a las cosas que realmente son importantes, pues supongo que está ahí. Me emociono mucho, me llama mucho la atención todo lo amoroso. Me me da la vuelta o más bien me saca la vida. Me ha puesto el amor en la pole position de mis prioridades, me siento mucho más empático, más cercano, escucho más, estoy más tiempo en silencio. Y respiro. No tengo prisa por contestar, ni por hacer ni por estrenar", afirma.
Respirar es, precisamente, la primera de las siete necesidades básicas del ser humano que Sergio recoge en 730 días. La segunda es el agua, la tercera dormir, la cuarta comer, la quinta necesidad básica es el refugio, sentir conexión es la sexta y la expresión la última. Hemos conversado sobre esa dualidad que nos acompaña durante su relato, entre Sergio y Ser. Y hemos repasado sus orígenes, sus raíces, en un libro dedicado a papá, "inalcanzable, el ser al que más ha querido, el que más le maltrató, pero también el que más le quiso". Habla de su madre, "su salvadora, su cielo, solo ella conseguía que me quedara dormido". Y de sus abuelos y esa historia de arraigo y desarraigo, de exilio. La historia de Pura y Jacinto, ahora que vamos a entrar en la Segunda Guerra Mundial, da para un novelón.

Cartel de 'Blaubeeren', de Sergio Peris-Mencheta / Barco Pirata

Cartel de 'Blaubeeren', de Sergio Peris-Mencheta / Barco Pirata
Blaubeeren, arándanos en alemán, es un texto de Moisés Kaufman y Amanda Gronich, que Sergio ha traducido y adaptado. Una obra de teatro documental sobre el Holocausto, finalista en los Premios Pulitzer de Teatro de 2024. El origen de Blaubeeren es el hallazgo de un álbum de fotos nunca antes vistas de la Segunda Guerra Mundial y que fueron enviadas a Rebecca Erbelding, la directora de archivos del Museo del Holocausto de los Estados Unidos.
Estas fotografías, además de ser importantes por ver a Joseph Mengele por primera vez en Auschwitz, por ejemplo, los son porque muestran a los nazis en Hütte Soletal, un refugio construido allí, muestran sus rutinas, sus hábitos, su tiempo libre. Imágenes de gente normal disfrutando relajadamente o celebrando. Desde un cajero en un banco, un simple burócrata, a un experto repostero o un contable. Oficios triviales hasta que se convirtieron en asesinos. "La frontera entre el bien y el mal puede discurrir en nuestro interior, sin que nos percatemos de ella. Lo espeluznante del asunto es que no solo eran gánsteres y matones, sino gente decente e inteligente", leemos en el texto de la obra.
"Este es el quid de la cuestión y para lo que está escrita la obra, básicamente, para que nos reconozcamos, para que no hablemos de monstruos. Es que es un monstruo. Bueno, pero es que ese monstruo podría haber sido yo", explica Peris-Mencheta. "Sabían todo lo que estaba pasando, pero consideraban que era necesario porque los judíos eran peligrosos, porque se iban a hacer con el mundo, porque el Führer así lo decía y el Führer era un tipo con mucho carisma, con mucha personalidad, absolutamente envuelto en ese culto a la personalidad como otros grandes dictadores".
Hay un apartado dedicado a las Helferinnen, expertas en comunicación, mujeres que salen en una foto disfrutando de unos arándanos, mujeres que desde niñas habían sido miembros de la Bund Deutscher Mädel, la división femenina de las juventudes Hitlerianas. Podían ingresar desde los 10 años, a "una edad en la que aún no tienes desarrollada la personalidad, en la que es maravilloso ser parte de un movimiento tan grande de gente pensando, sintiendo y haciendo lo mismo. A esa edad, uno siente que no se le tiene en cuenta en los asuntos importantes", se advierte en la obra.
"Creo que obras como esta, por lo que a mí me interesan, es porque nos completan, porque nos cuesta salir de nuestro entorno por las redes sociales. Cuesta un rato seguir a Abascal, lo he intentado para ver qué dice. No para estar convencido, sino para saber qué dice, para tener un punto de vista. Tratamos siempre de reubicarnos en nuestra identidad y fortalecerla. Y al final parece que el mundo gira en torno a lo que nosotros pensamos. Y cuando sales un poco del huevo o viajas y lees, te das cuenta de que no, de que tienes que tener mucho cuidado con tanta identidad, con ser del Madrid y ya está", explica Sergio.
"Los jóvenes y no solo los jóvenes se sienten atraídos por discursos de la extrema derecha, por las palabras que salen de esas bocas que ofrecen el camino rápido para encontrar una solución aparentemente obvia. Se pone una valla todavía más alta, se ponen concertinas y, si hace falta, en un momento, dado se pegan tiros y ya está. Lo importante es que no entren, que no me quiten lo mío, lo que me pertenece, porque he tenido esa suerte de nacer en un país como España, donde no hay conflictos bélicos, a priori, y donde hay un estado del bienestar, etcétera. A mí no me lo van a quitar. La vía rápida es entender eso así, porque no me lo van a quitar", lamenta.
Este álbum retrata el mundo que los nazis vislumbraban, dice Rebecca. El mundo en que querían vivir. "Un mundo sin judíos, sin indeseables, solo para los vencedores". El día que hemos realizado esta entrevista, Israel ha insistido en convertir Gaza en un resort. Los nazis del siglo XX no querían dejar evidencias de lo que estaba pasando. Hoy, sin embargo, los nazis del siglo XXI cometen atrocidades delante de los ojos de todo el mundo. ¿Qué hubiera hecho yo?, se pregunta Rebecca. ¿Qué habrías hecho tú? ¿Qué habrías hecho en su lugar y en ese lugar?, nos pregunta Peter, otro personaje. "Tenemos que buscarnos a nosotros mismos en cada fotografía y preguntarnos: ¿quiénes somos nosotros en la historia?".
"Tengo amigos judíos que no defienden las políticas de Netanyahu. Y tengo amigos judíos que sí, con los que tengo una crisis existencial importante en lo que tiene que ver con nuestra relación. Porque son buena gente, pero no ven. No son capaces de echar la vista atrás. No son capaces de ver lo que yo veo, seguramente porque tienen mucho miedo. Porque son judíos. Porque se han ubicado, de las dos opciones que tenían, que era la opción empática o la opción me quedo en casa y no salgo, en la de me quedo en casa y no salgo. Y virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Porque han preferido no mirar como aquellos que paseaban al lado de la valla del muro del gueto de Varsovia. Han preferido no mirar, normalizarlo, no me voy a complicar la vida. Voy a seguir vivo. Ahora, cuando vengan a por mí, a ver quien está ahí para protegerme. Es jodido", confiesa el director, que concluye aplaudiendo que España haya roto ese silencio, "aunque no podemos estar orgullosos de Europa".
No te pierdas toda la conversación en vídeo y en tu plataforma de audio favorita. Blaubeeren llega del 5 al 29 de junio a los Teatros del Canal. Clara Alvarado, clarinete y piano; Víctor Clavijo, piano; Eric de Loizaga, trikitixia; Nacho López, guitarra; Irene Maquieira, viola; Natxo Núñez, piano, guitarra y flauta; María Pascual, piano; y Paloma Porcel, ukelele, forman el elenco de ocho actores de los que también hemos hablado con Sergio Peris-Mencheta.













