¿Por qué Irán prohíbe pasear perros? La represión se extiende a más de 20 ciudades

Irán ha intensificado su campaña contra el poseer como mascota un perro con una nueva ola de prohibiciones que impide pasearlos en lugares públicos. En las últimas semanas, fiscales locales han anunciado esta medida en al menos 25 ciudades, entre ellas Kermanshah, Ilam, Hamadán, Isfahán y Kerman. Aunque no existe una ley nacional que prohíba la propiedad de mascotas, estas restricciones se están imponiendo a través de directivas judiciales locales y órdenes policiales.

¿Qué dice la ley iraní?

No hay una legislación nacional que prohíba tener perros, pero las autoridades se apoyan en artículos del Código Penal y la Constitución iraní para justificar estas decisiones. En particular, el artículo 638, sobre la moral pública, el artículo 688, que se refiere a amenazas contra la salud pública, y el artículo 40 de la Constitución, que prohíbe causar daño a otros ciudadanos.

En Ilam, por ejemplo, el jefe judicial de la provincia, Omran Ali Mohammadi, declaró que "se tomarán acciones legales contra cualquiera que sea visto paseando perros en parques o transportándolos en vehículos". En Isfahán, la fiscalía también ordenó el cierre de tiendas de mascotas y clínicas veterinarias no autorizadas.

¿Por qué se considera problemático tener un perro?

Desde la Revolución Islámica de 1979, los perros son considerados por muchos clérigos y autoridades como "impuros". El propio líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí, ha calificado la posesión de perros, salvo para fines como la caza o la seguridad, como "reprobable".

Para las autoridades iraníes, pasear un perro no es solo un acto personal: se interpreta como una señal de imitación de costumbres occidentales.

En 2021, un grupo de 75 parlamentarios calificó la propiedad de perros como un "problema social destructivo" y advirtió que podía "cambiar gradualmente el estilo de vida iraní e islámico".

¿Cómo responde la ciudadanía?

A pesar de las prohibiciones, muchos iraníes, especialmente jóvenes, siguen teniendo perros como forma de compañía y, en muchos casos, como un acto de rebeldía frente al rígido control del régimen. En ciudades como Teherán, aún se ven personas paseando a sus mascotas.

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Este domingo, activistas por los derechos de los animales se manifestaron en Isfahán para protestar por lo que denuncian como matanzas municipales de perros callejeros.

¿Qué consecuencias hay para quienes desobedecen?

Las autoridades han advertido que los infractores serán sancionados. Las penas van desde la confiscación del animal hasta la retención del vehículo si se transportan perros. Aunque en el pasado la aplicación de estas normas ha sido irregular.

Más allá de los argumentos sanitarios o legales, la prohibición de pasear perros refleja una batalla cultural más amplia en Irán. Tener una mascota, acudir a fiestas clandestinas o desafiar el uso obligatorio del velo son pequeñas formas de resistencia en un país donde los límites entre lo privado y lo público son constantemente vigilados.