Una experta en nutrición defiende los bocatas: "¿Qué les vas a poner a un niño para el recreo?"

Durante su paso por Hora 25, la nutricionista Ángela Quintas abordó una de las preguntas más comunes entre madres y padres: ¿qué deberían llevar los niños para comer en el recreo? La respuesta, lejos de complicaciones, pasa por recuperar un clásico: el bocadillo.

"¿El pan engorda?", pregunta Aimar Bretos a Quintas. "Fíjate, ¿el pan qué es? Hidrato. Y si vas a tomar hidratos, siempre mejor con proteína". La recomendación es clara: mejor un bocadillo que una bollería de supermercado. Pero no cualquier bocadillo.

A la pregunta de qué pondría en la mochila de un niño para el recreo, la respuesta de Quintas es sencilla: "Un bocata, un bocata que puede ser de mil cosas. A veces le pondría cosas mejores, otras veces no. Pero un bocata de jamón, por ejemplo, está bien".

Sin embargo, no todos los rellenos son iguales. ¿De qué no debería ser ese bocadillo?, insiste Bretos. "Pues no sabría qué decirte…", dudó al principio, hasta que Aimar le sugirió: "¿De crema de chocolate?". "Por ejemplo, pero porque se lo pongas un día de chocolate y le des una felicidad tremenda, tampoco creo que pase nada", respondió con naturalidad.

Quintas compartió una anécdota personal que refleja el equilibrio entre nutrición y disfrute. Su hijo, al que nunca le dejaba comer ciertos productos, un día probó un bollo que otra madre del colegio, "esas que siempre sacan cosas maravillosas de sus bolsas" había puesto en la mochila de su hijo. "Mi hijo lo miraba con unos ojitos… como diciendo: 'jo, y mi madre aquí, la pesada, la frutal'", contaba entre risas. El niño saboreó aquel manjar lentamente. "Le pregunté: '¿Y eso?'". A lo que el niño le confesó: "Porque creo que nunca más me voy a volver a comer otro".

Ese momento, confiesa, fue revelador para ella y le hizo replantearse su enfoque con la comida: "Me sentí fatal y dije: 'Ostras, venga, va, vamos a ver cómo hacemos ahora'".

Más allá de los consejos nutricionales, Quintas explica que una alimentación saludable "no tiene por qué ser rígida, la clave se trata de enseñar a comer con equilibrio, sin culpa y con espacio para el disfrute". "Un bocadillo puede ser una opción equilibrada, y un capricho ocasional también forma parte de una relación sana con la comida", concluye.