Alana S. Portero: "Este libro es una crónica de la desolación y de la soledad, de intentar pertenecer al mundo de las mujeres y que se te niegue"
'La habitación de las ahogadas' es un conjunto de poemas revisados con los años, un testamento oscuro y triste al que pensó no sobrevivir

Han pasado dos años desde que Alana S. Portero presentó La mala costumbre en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías. Casa de Fieras de El Retiro. Acudimos un puñado de periodistas a ese encuentro con la escritora, que debutaba con su primera novela, una de las mejores del año para toda la prensa especializada, la mejor para la sección de Cultura de la Cadena SER. Nos cautivó esa carta de amor a Madrid y a las heroínas trans de barrio.

Dos años después, La mala costumbre es un éxito internacional, traducido a varios idiomas y se han interesado para comprarle los derechos. Admirada por Pedro Almodóvar o Dua Lipa, que la invitó a su pódcast de libros, Alana S. Portero se siente confusa, "no entiendo muy bien lo que está pasando", encantada y cansada, porque "me cuesta un montón la exposición pública, soy una persona con muchos complejos y tengo que trabajarlo, porque me hace sufrir", advierte.
De sufrimiento está impregnada La habitación de las ahogadas, una edición definitiva y revisada con La Bella Varsovia de unos poemas que publicó en 2017. "Me emociona mucho que se haya reeditado porque le tengo muchísimo cariño. Es la primera vez que yo escribí algo de lo que me sentí cien por cien orgullosa, completamente orgullosa, y donde reconocí y entendí que yo tenía voz. Que era mi voz, era mi voz literaria. Además, este libro tiene una cualidad un poco triste o muy triste. Para mí este libro era un poco un testamento. Yo no esperaba sobrevivir al libro o no esperaba vivir mucho más tiempo. Recuperarlo ha sido un regalo", confiesa la escritora.

Cubierta de 'La habitación de las ahogadas', de Alana S. Portero / La Bella Varsovia

Cubierta de 'La habitación de las ahogadas', de Alana S. Portero / La Bella Varsovia
La habitación de las ahogadas es triste, en esos versos ha tratado de escribir su vida, hora tras hora, con la esperanza de contar su fragilidad. Una fragilidad marcada por un pasado continuo y violento, insoportable, como un desierto. "Es una es una crónica de la desolación, es una crónica de la soledad, es una crónica de intentar pertenecer a un mundo al que no perteneces o que se te niega, el mundo de las mujeres. Es una es un intento de unir mi voz a las voces de mujeres, algunas que existieron, otras no existieron, pero a una especie de voz femenina, poética y poderosa a la que yo quería pertenecer y a la que estaba bastante o completamente convencida de que no iba a pertenecer nunca. Que no me iban a permitir la entrada a ese gineceo. Es un continuo mirar atrás y contar la desolación que me ha llevado a ponerme a gritar en medio del de una playa, que es un poco como yo podría definir este poemario", explica la autora.
Desde Ofelia, "la primera heroína trágica que yo entendí perfectamente que un hombre la había vuelto completamente loca y de una manera voluntaria, torturada por Hamlet", la imagen de las mujeres bajo el agua, ahogadas como Ofelia, es una imagen obsesiva para la escritora. Alana no está sola. "Las ahogadas, las que no llegaron a menstruar, las que jugaron a las palmas antes de ser ejecutadas o todas esas niñas pequeñas y envueltas en sudarios son las voces que la acompañan.
A lo largo de los poemas habla de informes psiquiátricos, de histéricas y trastornadas, de "cuánta estupidez para narrar la disforia, cuánto dolor para describir algo tan sencillo". Lupercales, psicopompos, amputación, martirio y canibalismo son algunos términos de una poesía gótica, oscura, fruto de la medievalista que lleva dentro. Es un poemario triste, pero hay tanta belleza en esa desolación. Con la que escribe, en la voz con la que habla. Hay belleza, mucha, pero ¿hay luz en estos versos una vez los atravesamos, como zarzas en un bosque espeso? Tendrás que leerlos o escuchar la entrevista. Spoiler: "lo que hay es resistencia, porque sobrevivir es un acto de resistencia". Y la poesía es resistencia, como advertía Sergio Bang y con quien coincidimos: "Alana las autoras fundamentales para entender parte del mundo que mucha gente desconoce y de la que no tiene ni idea. Incluso si pensamos que tenemos idea, Alana es fundamental para para abrirnos el mundo y ampliarnos la mirada.
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