El publicista detrás de algunos de los anuncios más icónicos de la televisión explica por qué no volveremos a ver publicidad como la de antes

Madrid

Hace ya muchos años, concretamente en 1987, el artista madrileño José Luis Moro saltaba a la fama como vocalista de Un pingüino en mi ascensor. Un grupo musical, responsable de temas tan populares como Espiando a mi vecina o El Balneario, que se caracterizaba por un estilo irónico y un humor absurdo que atrajo la atención de miles y miles de personas. Pero el protagonista de esta historia es mucho más que el vocalista de un grupo de música de éxito. También ha creado algunos de los anuncios más icónicos de la televisión española.

Seguro que te acuerdas de aquel anuncio del año 2000 en el que Georgie Dann y su icónica Barbacoa promocionaban el nuevo Galloper 4x4. O también de este otro, mucho más reciente, en el que los vecinos y vecinas de la localidad de Tarifa (Cádiz) mostraban su descontento ante el desprestigio que estaban sufriendo por culpa de las tarifas abusivas de las distintas compañías telefónicas. Una campaña publicitaria mediante el que José Luis Moro y su equipo publicitaban la primera tarifa de la compañía que bajaba de precio a cada año que pasaba.

"Cada día es más difícil"

Una serie de anuncios sobre los que ha hablado este miércoles en el Hoy por Hoy, donde ha charlado con Àngels Barceló acerca de la publicidad de por aquel entonces y sobre cómo ha cambiado el sector con el paso de los años: "Cada día es más difícil provocar en la publicidad porque hay un sometimiento a las redes sociales y a la cantidad de gente que se indigna a la mínima, que es más complicado. Sin embargo, el punto de provocación es maravilloso porque esa una forma de sorprender a la gente, que es lo que tenemos que hacer".

De ahí que la publicidad actual ya no pueda ser como la de comienzos de los 2000: "La publicidad por aquel entonces era mucho más gamberra y atrevida. Se ha vuelto muy complicado hacer cosas distintas. Además, las marcas han empezado a hacer el bien porque ya no se puede hacer el mal. Si te fijas, las marcas ahora tienen un propósito de salvar a la humanidad y de ser sostenibles... y es que lo otro no se puede".

"Es una desgracia"

José Luis Moro recuerda que sus primeros anuncios no tenían nada que ver con los actuales porque tenía muchas más posibilidades. De hecho, recuerda que eran muy macabros: "Cuando le enseñé uno de mis primeros anuncios a mi padre me preguntaba por qué siempre moría gente en los mismos". Y es que era verdad, pero ahora ya no se puede hacer este tipo de contenido. Es una desgracia".

Por lo tanto, las marcas y los estudios de publicidad no tienen esa capacidad de sorprender tanto a la audiencia y, por esa misma razón, los anuncios actuales no quedan tanto en el imaginario colectivo como los de antaño. Aunque, gracias a plataformas como pueden ser YouTube, donde podemos llegar a ver el mismo anuncio cientos de veces, es imposible que no se nos quede en la cabeza el Compramos tu coche, de Antonio Lobato o el de Mi tierra Galicia está en peligro, de Luis Zahera para Greenpeace España.