Juan Carlos Ortega revela su plan infalible para construir un amor para toda la vida... pero le sale mal
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Juan Carlos Ortega revela su plan infalible para construir un amor para toda la vida... pero le sale mal
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Madrid
El tema del amor es bastante complicado. Más aún cuando eres un adolescente que se enamora constantemente, lo que puede provocar algún que otro desencuentro amoroso que te quite las ganas de entregarle tu corazón a otra persona. Sin embargo, Juan Carlos Ortega tenía un plan infalible para construir un amor para toda la vida. O eso era al menos lo que él pensaba, porque lo cierto es que nunca le salía bien. Así lo ha dado a conocer en el último programa de Transmite La SER, donde ha compartido una de sus grandes anécdotas de la infancia durante su entrevista a Rodrigo Cortés.
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Todo ello a raíz de una anécdota del director de cine, quien ha reconocido frente a los micrófonos de la Cadena SER que era un niño muy enamoradizo: "Yo me enamoraba cada año en el campamento de verano. Hay algo como de falso poeta que tiene que ver con lo inalcanzable. Entonces, yo cada verano me enamoraba de una chica a la que no podía tener acceso y a la que no vería el resto del año. Todo ello para pasarme el resto del año imaginándomela y para pensar en ese amor. Pero luego llegaba el siguiente campamento de verano y había otra, así cambiaba el objetivo y ya está".
Un plan casi infalible
Por lo tanto, el objetivo de Rodrigo Cortés era sentir ese enamoramiento constantemente y vivir en esta burbuja todo el rato: "El objetivo era circunstancial, era amante del amor". Un primer chascarrillo al que le ha seguido otro de Juan Carlos Ortega, quien también ha hablado acerca de los primeros amores de su infancia: "Lo que más me gustaba de enamorarme era el sentimiento que había detrás del mismo. Me gustaba tanto que quería que durase lo máximo posible". Por esa misma razón, Ortega comenzó a trazar un plan infalible para construir un amor para toda la vida y tener ese sentimiento siempre en su corazón.
Pero lo cierto es que no era tan infalible como parecía: "Yo recuerdo estar en el sofá de una casa en la que veraneábamos y empezar a dar golpes en el mismo para prolongar este sentimiento lo máximo posible. Cada golpe que le daba al sofá era un día más que la iba a querer. Así que me pasaba horas pegándole al sofá haciendo bloques de 365 golpes para que el enamoramiento durara un año, dos años, tres años o lo que fuesen". En ese momento, el también humorista Edgar Hita le ha preguntado si hacía alguna que otra trampa para prolongar mucho más tiempo ese enamoramiento.
La desilusión de Ortega
Pero no, Juan Carlos Ortega era un niño legal y no se saltaba ni un solo golpe con el objetivo de seguir mucho más tiempo enamorado: "Era absurdo, pero yo quería seguir con eso". Con el paso del tiempo, el protagonista de esta historia llegó a la conclusión de que no era demasiado efectivo: "Al cabo de dos semanas ya no estaba enamorado".
Por lo tanto, el humorista acabó dejando de lado su plan infalible al entender que no estaba siendo del todo efectivo. Una decisión que acabaría beneficiando tanto a su propio pie como al sofá al que le pegaba constantemente en busca de un amor para toda la vida.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...
