El Gran Wyoming: "Yo no milité contra Franco porque hacía falta un valor que no tenía"

Con más de cuatro décadas de trayectoria en televisión y cine, y casi veinte años al frente de El Intermedio, El Gran Wyoming ha sido testigo y cronista de la evolución política y social de España. En su reciente entrevista en el programa En Clave de Rhodes, el presentador ha reflexionado sobre el pasado franquista y la Transición, sin esquivar una cuestión personal: por qué no militó activamente contra la dictadura.

Al ser preguntado por los cambios que ha presenciado en la política desde sus inicios, Wyoming fue claro: "La política es un reflejo, ahora hay políticos en activo que nunca hubieran tenido cabida en un mundo anterior". Y añade que "España es el único sitio donde el fascismo triunfó; en Italia, Mussolini acabó colgado de los pies; Hitler también murió, pero en España triunfó, y fueron cuarenta años de fascismo".

Para Wyoming, la Transición democrática vino acompañada de una narrativa engañosa: "Se creó el mito de que el 20 de noviembre de 1975 murió Franco y con él, 35 millones de fascistas, pero no fue así".

Wyoming recuerda con admiración a quienes sí se enfrentaron al régimen: "He tenido compañeros que con 18 o 19 años fueron torturados, detenidos, y arruinaron su existencia". "Ya no podías estudiar en la universidad, pero si te fichaban, no podías acceder a ningún tipo de trabajo público", explica. "Era una resistencia muy heroica y minoritaria, sin ningún tipo de ayuda exterior".

Cuando el entrevistador le pregunta si estaba en España cuando murió Franco, responde: "Sí, tenía 20 años y con esa edad ya era una persona muy mayor". No obstante, ha sido honesto al explicar por qué no formó parte de la militancia activa contra el régimen: "Yo era hippy, fumaba muchos porros y eso te hacía vulnerable. Podías ser detenido y delatar a todo un espacio de gente". Y añade que "la militancia era casi sectaria y religiosa, y requería un valor que yo no tenía".

Reconoce que la resistencia organizada provenía principalmente del Partido Comunista, pues "era el único que estaba realmente organizado". Aunque no militó, Wyoming no reniega de su compromiso ideológico: "Yo era absolutamente antifascista visceral y lo sigo siendo". Y lamenta el resurgir de ideologías autoritarias en Europa: "Es terrible, en las elecciones en Europa está creciendo el fascismo. Para mí es completamente inexplicable".

En su análisis del presente, Wyoming apunta a las redes sociales como un factor que ha transformado la percepción del mundo:"Tenemos una visión más lejana de la existencia. Vemos cómo se vive en otras partes del mundo y que estamos en un espacio totalmente privilegiado. Pero lejos de ser solidaria, la gente se ha cerrado".

Y concluye con una advertencia sobre la polarización política en España: "La mayor estadística que existe son las elecciones generales. Ahí se ve qué piensa la gente". Tras una pausa, añadió que "España está dividida al 50%: los que quieren que eso vuelva, y los que quieren una sociedad abierta, contemporánea, moderna, donde todo el mundo tenga cabida, independientemente de sus relaciones interpersonales".