Orgullo de creadores contra la LGTBIfobia
Las artes responden a la creciente LGTBIfobia como mejor saben, creando obras que nos cuestionan. María Goiricelaya escribe y dirige un texto sobre la disforia, Moisés Kaufman recupera la voz del condenado por sodomía Oscar Wilde y Alana Portero grita por entrar en el gineceo

Orgullo de creadores contra la LGTBIfobia
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Esta próxima semana se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+ en un contexto complicado, como nos advertían las escritoras Rebecca Solnit y Caitlin Moran en La Hora Extra. Con todos esos "machirulos" que gobiernan y dan mal ejemplo sobre la masculinidad a los más jóvenes. En España celebramos veinte años de matrimonio igualitario, pero lamentamos y denunciamos que aumentan los delitos de odio. Una de cada cinco personas LGTBIQ+ ha recibido acoso, insultos, aislamiento social o coacciones. Más del 16% agresiones físicas.
Una violencia que se ceba especialmente con la juventud y las rentas más bajas, destaca el último informe de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más, que urge a la aprobación de un Pacto de Estado contra los Discursos de Odio ante la creciente violencia. Los creadores y creadoras de este país responden como mejor saben: haciendo obras contra la LGTBIfobia.

Cartel de 'La Jácara de los Cuerpos Imposibles', de Alberto Velasco / Cedida

Cartel de 'La Jácara de los Cuerpos Imposibles', de Alberto Velasco / Cedida
Alberto Velasco nos va a acompañar próximamente en La Hora Extra para hablar de La jácara de los cuerpos imposibles, una pieza en la que se acerca a los clásicos desde una mirada LGTBIQ+ y que va a estrenar en el próximo Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. "Es importante que estas piezas sucedan en este momento en el que todos nuestros derechos y nuestras libertades se ven amenazados", advierte el creador.
"No puedo obligar a que me vean de un modo que no me ven, pero agradecería que dejaran nuestros derechos en paz", afirma Alana S. Portero. La escritora está cansada, como Abril Zamora, de tener que llevar el apellido trans. Es muy necesario reivindicar y reivindicarse en estos tiempos, coincide con Abril Zamora, pero es la sociedad la que nos recuerda constantemente que somos personas trans, nos decía la actriz. "Mientras el Estado siga reconociendo nuestros derechos, las cosas van más o menos bien", añade Portero.

Alana tiene su nombre escrito en las olas, no en el agua, en las olas porque es lunar y cambiante. La habitación de las ahogadas es un grito en esa playa, un grito de supervivencia. "Este poemario es una es una crónica de la desolación, es una crónica de la soledad, es una crónica de intentar pertenecer a un mundo al que no perteneces o que se te niega, el mundo de las mujeres. Es un intento de unir mi voz a las voces de mujeres, algunas que existieron, otras no existieron, pero a una especie de voz femenina, poética y poderosa a la que yo quería pertenecer y a la que estaba bastante o completamente convencida de que no iba a pertenecer nunca. Que no me iban a permitir la entrada a ese gineceo", nos cuenta la autora de la exitosa La mala costumbre.

El 1 de marzo 2023 se aprobó en España la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI. Desde entonces, la norma ha facilitado más de diez mil cambios de sexo. Pero, más allá de España, la realidad es que el 89% de las personas trans en el mundo muere víctima de los delitos de odio. Por eso es importantísimo hablar de las personas trans, afirma María Goiricelaya, en este contexto donde la transfobia no para de crecer. "Toda esta transfobia tiene que ver con una cuestión de género, donde determinados grupos mantienen ciertos privilegios a los que no quieren renunciar y, sobre todo, con el miedo, con el miedo a estas personas que transgreden esta norma hegemónica impuesta. Miedo por desconocimiento, porque da mucho miedo aquello que que no conocemos o que no queremos conocer", añade.

Cartel de 'Dysphoria' / Histrión Teatro

Cartel de 'Dysphoria' / Histrión Teatro
Disforia es el estado de ánimo opuesto a la euforia y Dysphoria es un monólogo arriesgado y lleno de teatralidad que pone el foco en la llamada Ley Trans en general y en el fraude de género en particular. Escrito y dirigido por Goiricelaya, la obra habla del fraude de género en dos vertientes distintas, según explica la autora: "Una de ellas tiene que ver con estos casos que proliferaron en los últimos años intentando cometer fraude de género, aprovechándose de las grietas que la Ley trans ha podido plantear. Y, por otro lado, también habla de los casos de fraude de género que saltaron hace unos años en el Reino Unido, concretamente el caso McNally, donde un chico trans fue llevado a los juzgados acusado de fraude de género ante una denuncia por parte de la madre de su novia, que en aquel momento consideraba que su hija no tenía conocimiento de que el chico con el que su hija salía, en realidad era una mujer".
Con esta obra, la dramaturga quiere mostrarnos "qué supone este tipo de fraude en lo que a la vulneración de los derechos de las personas trans se refiere". Dysphoria ha tenido su estreno absoluto este fin de semana en el Teatro Alhambra de Granada y nos cuenta la historia de una mujer en shock. Su hija de dieciséis años acaba de confesarle que no es una chica, si no que es un chico. Ya no será más Alejandra, será quien realmente es: Álex. Un viaje desde la negación, la resistencia, la frustración y el dolor a la comprensión y protección de un hijo acusado de abuso sexual.

Altsasu, Nevenka o Ni flores, ni funeral, ni cenizas, ni tantán, el teatro de María Goiricelaya siempre nos reta a cuestionar nuestros paradigmas. Un detonador que nos obliga a pensar en cómo opera la justicia en un mundo construido para que los derechos y libertades no sean iguales para todes. Pero, sobre todo, su teatro es un punto de encuentro.
También la trayectoria de Moisés Kaufman es un canto a la diversidad y a la comunidad. Medalla Nacional de las Artes en Estados Unidos, el aclamado director de teatro es muy sensible también, como Goiricelaya, con un teatro social, político y comprometido. Kaufman es el creador de las premiadas El proyecto Laramie o Actos indecentes: los tres juicios a Oscar Wilde, que quiere dirigir en España, dos obras unidas por el dolor, la homofobia y el odio.
"Siempre me ha interesado cuál es la relación entre el extraño y el público en general. Cuál es la relación entre esas personas que una sociedad determinada, en un determinado momento, decide que no son válidas o que no tienen derechos. Generalmente la historia la cuentan los que los que ganaron, los victoriosos son los que tienen el el el control sobre la narrativa y a mí siempre me ha interesado qué pasa cuando cuentas la historia en la voz y en las palabras de la gente que no está en poder. Oscar Wilde en ese momento no estaba en el poder. Hemos oído la historia de Oscar Wilde desde todos los puntos de vista menos el suyo. Yo quiero oírla desde sus labios, como él se defendía, como él hablaba de su arte, como él hablaba de su sexualidad", nos cuenta el dramaturgo y director.

'Gross Indecency: The Three Trials Of Oscar Wilde' en octubre de 2015 / Bruce Glikas

'Gross Indecency: The Three Trials Of Oscar Wilde' en octubre de 2015 / Bruce Glikas
Precisamente esta semana la Biblioteca Británica, la British Library, ha anunciado que restituirá el carnet de lector a Oscar Wilde 130 años después de su revocación. Un gesto simbólico que busca reparar una injusticia histórica. La caída en desgracia de Oscar Wilde se produjo tras su decisión de demandar a Lord Queensberry por difamación, después de que este lo acusara de ser un “sodomita” al descubrir la relación de Wilde con su hijo. El proceso judicial terminó con la condena de Wilde a dos años de trabajos forzados y Kaufman recrea las actas del juicio.
Teatro documental, como hizo con El proyecto Laramie, desplazándose al pueblo para hablar con la gente que vivió aquel horrible crimen de odio contra un estudiante homosexual. "Siempre digo que Dios es un dramaturgo excepcional. Hay cosas que ocurren en la vida real que si yo las fuera a escribir como dramaturgo, la gente diría, "Ay, Moisés, por favor, qué exagerado." Pero como son cosas de la vida real, cuando las pones en el escenario, nadie te puede decir eso porque ocurrió. El hecho de que Matthew Shephard fue asesinado de esa manera, que lo colgaron de una valla en las afueras del pueblo de Laramie y le golpearon con la parte de atrás de una pistola 19 veces en en el cuerpo. Fue una crucifixión. Si un escritor hubiera escrito eso como una ficción, parecería melodramático, parecería demasiado. Por eso digo que la vida tiene una dramaturgia mucho más acertada de lo que uno puede escribir".

El Festival Grec de Barcelona empieza esta próxima semana su 49ª edición, llenando la ciudad condal de música, danza y teatro. Más allá de Montjüic, corazón del festival, este año el certamen ha querido extenderse a más barrios y espacios de la ciudad, del CCCB al Lliure, del Teatre Goya a salas de espectáculos como el Apolo o el Molino. Se estrena al frente la primera mujer, Leticia Martín, que escapa de posibles comparaciones con su antecesor Cesc Casadesús, tras ocho años de dirección.

Leticia Martín busca el equilibrio entre el foco internacional y el apoyo a la creación local, con nombres tan destacados como el coreógrafo Sidi Larbi o el director de escena Milo Rau, que vuelve con uno de sus últimos espectáculos, Medea's Kinderen, una nueva y profunda mirada sobre el papel de los niños en el teatro. Un mito de la escena europea de nuestro tiempo, acostumbrado a examinar la violencia en el escenario, que ahora nos habla de la violencia infligida o sufrida por los niños. Coincidiendo con este montaje, el Festival de Cine de Barcelona, el CCCB y el Grec organizan una proyección de un film del director que quiere ser un evangelio del siglo XXI, The New Gospel.

'Medea's Kinderen', de Milo Rau / Michiel Devijver

'Medea's Kinderen', de Milo Rau / Michiel Devijver
William Kentridge regresa al teatro con Faustus in Africa!, una adaptación de la obra de Goethe que se ambienta en el continente africano. Vuelve Cristos Papadopoulos con una propuesta sobre la euforia de vivir y Alessandro Sciarroni. Carolina Bianchi, una creadora brasileña, aunque ahora está establecida en Europa, presenta The Brotherhood, la segunda parte de una trilogía sobre la violencia sexual.

'The Brotherhood', de Carolina Bianchi Y Cara de Cavalo / Mayra Azzi

'The Brotherhood', de Carolina Bianchi Y Cara de Cavalo / Mayra Azzi
Y hay algunos debuts que a la directora le hacen especial ilusión, confiesa. Mario Banushi, que no ha estado nunca en Cataluña y que viene directamente desde el Festival de Aviñón. Banushi es un creador de 26 años, considerado una de las figuras más renovadoras de la escena griega actual. Mami es un poema visual sobre la relación entre madre e hijo. También viene por primera vez a España Lisaboa Houbrechts, la nueva generación de dirección de teatro holandés, que presenta Moeder Courage, Madre coraje de Bertol Brecht.

Àurea Márquez, Joan Negrié y Albert Prat en 'El monstre', de Josep Maria Miró / David Ruano

Àurea Márquez, Joan Negrié y Albert Prat en 'El monstre', de Josep Maria Miró / David Ruano
Un pequeño pueblo de montaña ve tambalearse su aparente tranquilidad por la revisión de unos hechos ocurridos décadas atrás. Esta es la premisa de El monstre, el nuevo texto de Josep Maria Miró, después del éxito de Nerium Park esta temporada. ¿Por qué necesitamos construir monstruos? ¿Qué se oculta tras ellos? ¿Dónde y por qué vemos amenazas? ¿De qué nos protegemos? Son algunas de las preguntas que plantea el dramaturgo y director.
La Tristura nos invita a una conversación sobre la democracia española medio siglo después, con la mirada de los técnicos y otros trabajadores y trabajadoras de la escena que habitualmente no vemos en el escenario. Ellos son los protagonistas de un montaje que paralelamente repasa momentos icónicos de los últimos años de nuestra democracia. No se trata tanto de juzgarla como de tomar conciencia de su juventud en términos históricos. Todo se puede, aún, reconstruir o transformar.
Abre el Festival Grec Le Petit Cirque, un espectáculo concebido para toda la familia con los artistas Marie y Yoann Bourgeois y la cantante francesa Pomme. Algo festivo, que sirve de punto de encuentro, que acerca el festival al gran público. Una apuesta sin concesiones al teatro privado, eso explica su directora, pero que busca ser capaz de llegar a todos. "Que no fuera excesivamente sesudo, pero que a la vez fuera de una calidad incuestionable. El festival tiene la obligación de ser contemporáneo y de creación, pero con pocos prejuicios sobre qué es lo contemporáneo", explica Martín.
El Grec vuelve a hablar de teatro, circo, música y danza. Otro de los grandes cambios de esta nueva etapa, que algunos tachan de giro demasiado conservador, es acabar con las disciplinas híbridas, eliminando barreras a un público menos conocedor, al que anima a que se atreva con otras apuestas sin miedo a no entenderlas. "Yo he quitado conscientemente el sello de escena híbrida porque creo que paraliza al público. Es un un debate que ahora está en todas partes, el hecho de cómo llamamos a la escena con lenguaje post dramático, no textual. No le pongamos puertas al campo. Intentemos que la gente tenga curiosidad por las cosas. A nadie le gusta ir a un sitio donde cree que no va a entender lo que va a ver", concluye.

Josep Maria Pou en 'Gegant' / Festival Grec

Josep Maria Pou en 'Gegant' / Festival Grec
Esta edición previa a su 50 aniversario tiene algo de vuelta a los orígenes, de retorno, de primeras veces. Más de 160 mil entradas para cerca de 90 espectáculos de un programa que este año completan nombres como Max Richter, Rozalén o Josep Maria Pou en la piel del famoso autor de Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate y Las brujas, Roald Dahl. Gegant es una obra de la máxima vigencia sobre la libertad de expresión, que llega directa desde el West End de Londres. Ganadora de tres premios Laurence Olivier, incluido el de Mejor Espectáculo de 2025.
Y terminamos con una exposición enmarcada en PhotoEspaña y que nos ha encantado. "Europa 1966-1967" reúne fotografías que realizó el neoyorkino Joel Meyerowitz, fotógrafo urbano, especialista en paisajes y retratos. Un viaje por el continente europeo de más de 30mil kilómetros, incluida una parada en Málaga, y que se muestra en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa.
Susan Sontag sostenía que hacer imágenes es un acontecimiento en sí mismo. Un viaje puede parecer un lugar común, fácil de fotografiar, pero lo que hay detrás de una cámara puede darnos muchas pistas. En 1966, el fotógrafo estadounidense realizó el viaje de su vida. Acostumbrado a trabajar para estudios fotográficos, consiguió ahorrar algo de dinero y emprender, junto a la que entonces era su mujer, un viaje por mar hasta llegar a Europa, el viejo continente.
El resultado de esa peripecia es esta recopilación de fotografías tomadas durante el transcurso de un año, que comenzó en Inglaterra en 1966 y finalizó en España en 1967, pasando por Francia, Marruecos, la antigua Yugoslavia o Turquía. En esta exposición el espectador va a contemplar un precioso blanco y negro, granulado, que le recordará al trabajo de Robert Frank reflejando a la sociedad estadounidense de la posguerra en su colección Los americanos.
A modo de road movie, Joel Meyerowitz se adentra en la cotidianeidad de diferentes habitantes europeos para mostrar así una etapa determinada del siglo pasado. En nuestro país, en concreto en Málaga, Meyerowitz se quedó fascinado por la cultura del flamenco, contextualizada en un momento de miseria: franquismo, hambre y pobreza. El propio fotógrafo confiesa que le sorprendió "el carácter de la gente y la franqueza, a pesar de que vivíamos bajo una dictadura, todavía había algo lúdico e inspirador sobre el espíritu español".
El propio autor, en sus dos viajes a la Costa del Sol, se hace la siguiente pregunta: “¿Cuántas veces se puede entrar en una cultura?” La respuesta, incluso a día de hoy, no está del todo clara, pero lo que sí que podemos asegurar es que a través del poder de las imágenes, una parte de nosotros, se adentra en mundos ajenos.









