De animador infantil a compartir escenario con sus ídolos: el increíble viaje de Álex Clavero

Monologuista, guionista y también actor... En el club de la comedia su talento desvirgó. Del hormiguero fue colaborador, igual que su piel tiene blanco el humor. Álex Clavero ha venido con todo a enfrentarse a el gran reto picante de A las Bravas, aunque lo ha pasado peor que Melody en Eurovisión.

A partir del 24 de octubre, Clavero junto a muchos compañeros de profesión, estarán en el teatro Caixa Bank Príncipe Pío de Madrid con un show de comedia llamado Mentes Peligrosas. El humorista ha confesado lo que significa para él compartir cartel con Eva Hache o Leo Harlem: "Tengo la sensación de haber entrado en la clase de los mayores. Yo admiro mucho a todos pero a Leo Harlem y Eva Hache son para mí como el padre y la madre de los monólogos. Yo los veía cuando empezaba y tengo un admiración profunda por ellos... Al compartir escenario con ellos estoy todo el rato pensando 'no la cagues, no abras la boca de más'... Yo soy bastante inseguro, les pregunto todo y me ayudan un montón. Les quiero muchísimo".

Clavero ha recordado cómo fueron sus inicios en la comedia, desde actuando en un remolque hasta haciendo de payaso en el Carrefour: "Venimos de actuar en remolques, en calles, en comuniones... Yo era animador infantil y ha sido el mejor trabajo que he tenido, aunque también es el público más duro... Yo hacía campamentos de verano y de invierno, de hecho monté una asociación de tiempo libre, y de verdad que era maravilloso... Bueno y durante el invierno para ganar pasta curraba también de payaso haciendo globos en el Carrefour", confesaba el humorista.

Llevar tantos años en comedia le ha regalado grandes amigos a Clavero, como por ejemplo Dani Rovira. Álex ha recordado una gran anécdota que vivió con Iker Casillas después de haber estado viendo actuar a el malagueño: "Fui a ver a Rovira y me dijo 'al acabar bájate a los camerinos'. Acabó el show, bajé y había una fila de gente esperando para saludarle, como un besa manos... En ese momento estaban Casillas y Sara hablando con él y la conversación se oía, estábamos todos atentos... De repente un niño le dice que le gustaba mucho el fútbol, que jugaba de delantero pero que en su equipo faltaba un portero. Era el año en el que Iker había tenido todas las movidas con Mourinho".

"Entonces en ese momento, sin pensarlo, grito en voz alta 'pregúntale a Iker que igual el año que viene lo tiene libre'. Encesté la broma en el segundo justo, todo el mundo empezó a reírse pero de repente Iker giró la cara, se hizo el silencio y Rovira al final del pasillo, con esa cara de ratón que tiene, me miraba con una cara que pensaba 'este es gilipollas'".