El truco de Manuel Jabois para no tener discusiones, que también esconde un enorme riesgo
"Si algún día esa carpeta se automatiza y se envían, yo me quedo solo en la vida"

El truco de Manuel Jabois para no tener discusiones, que también esconde un enorme riesgo
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
"Si pudieseis borrar una conversación de vuestra vida, ¿borraríais una que os dolió escuchar o una que os dolió decir?" Con esta pregunta, lanzada en el pódcast La cena de los idiotas, Manuel Jabois plantea una situación que todos hemos vivido alguna vez: esas conversaciones que nos dejaron mal cuerpo, ya sea por lo que nos dijeron o por lo que dijimos.
Jabois, confiesa que ha escuchado "poca mierda", pero que ha sido "una mierda bastante importante". Y lo que más le duele no es tanto lo que le dijeron, sino cómo se lo dijeron: "Las personas que han soltado esa mierda no han tenido conmigo el cuidado que yo sí he tenido con ellas".
Una estrategia para personas que huyen del conflicto
Jabois, que se define como alguien que apenas discute y que rara vez responde, ha optado por una estrategia silenciosa para evitar el conflicto: desaparecer. "Soy de los de 'chao', no pasa nada, te dejo de coger el teléfono y se acabó". Pero ese silencio no es vacío, sino que se llena de palabras no dichas, de correos escritos en la carpeta de borradores que nunca llegan a enviarse. Jabois confiesa que tiene "muchos correos en la carpeta de borradores, si algún día esa carpeta se automatiza y se envían, yo me quedo solo en la vida."
Esos correos son su válvula de escape. Ahí escribe lo que no se atreve a decir. No insulta, no grita, pero argumenta con precisión. "Ya no soy tan sarcástico, ya no soy tan cruel, ya no soy tan hijo de puta, pero me fundamento, me argumento, y escribo si estoy enfadado, pero nunca llego a enviar ese correo".
Más información
El riesgo está ahí, porque aunque no se envíen, esas palabras existen. Y aunque no se digan, pesan. "No los utilizo para columnas, porque no me pongo a describir ahí movidas, pero están. Y si se desbloquearan, dos o tres personas de mi círculo íntimo recibirían cosas muy duras", dice.
Lo que más le descompone, lo que más le violenta, es la sospecha injusta. "Me trastorna que me acusen o sospechen de mí con algo que no he hecho ni remotamente. Puede ser como un mechero. '¿Lo tienes tú?' No lo tengo. Y en ese momento me violento muchísimo. No soporto esa mierda y entonces me voy corriendo al baño a escribir un email que nunca enviaré".

La cena de los idiotés 2x39 | La carpeta de borradores
El código iframe se ha copiado en el portapapeles




