Mejor ser caimán
No, la crueldad del hombre de la máscara naranja es genuina y no hay que buscarle explicación psicológica alguna. Lo último ha sido los chistes de mal gusto sobre su Alcatraz de los caimanes, que bien podría haberlo dicho el enemigo de Batman

Najat El Hachmi: "Mejor ser caimán"
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Madrid
Si algo no se puede negar es que Trump tiene un elevado sentido del espectáculo. Por algo tuvo su propio reality y ahora el gobierno de la nación más poderosa del mundo se ha convertido en un show que vemos en directo a diario millones de personas.
Sabe explotar la materia más preciada en estos momentos que no es más que nuestra atención. Imposible no atender a lo que dice, aunque sepamos que detrás está siempre el cálculo de impactar y resultar disruptivo. ¿Cómo pasar de alguien que te está metiendo el dedo en el ojo? Sin duda el personaje al que más se parece es a Joker con su grotesca sonrisa, solo que sin el fondo traumático del famoso payaso que podría hacernos tentadora la compasión.
No, la crueldad del hombre de la máscara naranja es genuina y no hay que buscarle explicación psicológica alguna. Lo último ha sido los chistes de mal gusto sobre su Alcatraz de los caimanes, que bien podría haberlo dicho el enemigo de Batman. No le bastó con el ASMR de las deportaciones ni los grilletes ni la caza de personas inocentes para mandarlas a lo que no son más que campos de concentración.
Lo sorprendente de esa ignominia que consiste en llevar a los inmigrantes a mazmorras con tintes medievales, rodeados de fosos llenos de animales peligrosos, son los ambientalistas que salieron a manifestarse en defensa no de las personas sino de los pobres cocodrilos. Que no digo que no esté bien defender a las pobres bestias, pero que el encarcelamiento arbitrario de seres humanos pase a segundo plano me resulta como poco llamativo.