Nadie Sabe Nada
Humor

El regalo de un oyente de 'Nadie sabe nada' que ha dejado sin palabras a Buenafuente: "Igual se lo regalo a mi madre"

El cómico no salía de su asombro

El regalo de un oyente de 'Nadie sabe nada' que ha dejado sin palabras a Buenafuente: "Igual se lo regalo a mi madre"

No cabe duda de que Nadie sabe nada no sería lo mismo sin los oyentes que cada semana, ya sea en antena o en pódcast, escuchan el programa dirigido por Andreu Buenafuente y Berto Romero. Son una parte fundamental del espacio humorístico de la SER y es por eso que, desde hace tiempo, les conceden un trato especial. Es habitual que los cómicos lean en alto algunos de los mensajes más locos que les dejan los seguidores, pero también hay ocasiones en los que los regalos se hacen un hueco.

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Y en el último programa de Nadie sabe nada, Buenafuente y Romero han recibido un objeto que les ha dejado sin palabras. Entre el público presente en la grabación se encontraba Javier Lillo, un joven alicantino que se dedica a la escultura y había acudido para entregarles algo creado por el mismo. Ante la sorpresa, el de Reus y el de Cardona no han tardado en invitarle a coger un micrófono y acercarse a la mesa para mostrarlo.

Un regalo inquietante

"¡Hay dos!", decía Romero sorprendido, al comprobar que Lillo había traído regalos personalizados, uno para cada uno de los presentadores. Ante la expectación generada con las cajas que había traído el alicantino, Berto decía que iba a abrir la suya sin mirar, para que pudiese ser la reacción del público la que juzgase el regalo.

Pero no ha defraudado. El joven seguidor ha mostrado su obra, un regalo que solo se lo hacen a gente como Julio César, Messi o Goya, ante el aplauso del los allí presentes. Javier Lillo ha explicado que las esculturas fueron fundidos en latón, pocos días antes de la grabación del programa. "Podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que estamos fundidos", bromeaba Buenafuente, que no salía de su asombro.

Y es que el de Reus reconocía que, a pesar del gran trabajo, le ha resultado "inquietante" tener una escultura tan fiel de sí mismo. "Si te pones esto en casa, parece que has fallecido. Igual se lo regalo a mi madre", aseguraba, lo que ha llevado a Romero a bromear sobre la suya, ya fallecida. "Yo lo haría, pero me tienen que dejar abrir el nicho", añadía.