¿Hay un mejor plan contra la corrupción?

Barcelona

¡Por fin el Congreso alumbra un debate con novedades! Desde el punto de vista político-político, los dos grandes protagonistas ganan algo.

Sánchez logra un balón de oxígeno, sus aliados parlamentarios aprietan, pero no lo ahogan. Tiene hoy más posibilidades que ayer de culminar la legislatura: es bastante logro, porque eso no parecía tan probable antes de empezar el debate, y sólo dependerá de que los escándalos de corrupción no experimenten una “escalada”.

Del otro lado, Feijóo se asegura de que mantiene todo el apoyo de su partido incluso aunque su apuesta de echar al presidente ya mismo, a mitad de legislatura, no se cumpla. Lo logró en su congreso y en esto no ha perdido comba: se ha ocupado solo de insistir en que el Gobierno se vaya.

Pero tan importante como todo eso son las novedades sobre la lucha contra la corrupción. Desde ese punto de vista de la lucha contra la corrupción, las cosas son muy distintas. Ahí el presidente del Gobierno ha ganado ampliamente la discusión. Ha presentado un plan muy sólido y detallado de saneamiento, al que han contribuido con propuestas socios, aliados, expertos e instituciones como la OCDE.

Basta recordar alguna de las medidas: se creará una agencia pública para esa limpieza, con competencias sobre todas las administraciones y exigencias a todos los partidos y sus fundaciones; se dará mayor protección a los denunciantes de corruptelas; se reforzarán los juzgados con secciones especializadas; se perseguirá con más brío a las empresas corruptoras que figuren en la lista negra de las mordidas; y se decomisará preventivamente el botín corrupto antes incluso de llegar a los tribunales. Y todo esto se someterá a un dictamen externo muy exigente.

A Feijóo no le ha interesado este asunto. Que es el de fondo. Lástima. Así que los ciudadanos no disponemos de un mejor plan para acabar con la corrupción que el del Gobierno. Por incomparecencia de la oposición.