Niño Becerra: "Hay riders de Glovo que están satisfechos siendo autónomos"

Madrid

En una nueva edición de Hacemos Números en La Ventana, el economista Santiago Niño Becerra ha comenzado hablando sobre el juicio millonario por competencia desleal en el que Just Eat ha demandado a Glovo por 295 millones de euros. El caso pone el foco sobre el modelo de negocio de las plataformas de reparto, pero también sobre las personas que sostienen ese modelo con su trabajo, ya que Glovo se estaría saltando la normativa laboral y utilizando a falsos autónomos como repartidores.

El economista, al hilo de un reportaje de Radio Barcelona sobre un rider de 73 años de Barcelona que afirma sentirse contento con su situación laboral, ha explicado que es un asunto con muchos matices. "Hay una legislación laboral clara. Un señor juez o jueza, que entiende del tema, dictará sentencia. Pero hay algo que a mí me choca. Hay personas de Glovo que trabajan como autónomos y que están satisfechos siéndolo. Esto nos tendría que hacer reflexionar", ha dicho Niño Becerra.

Además, ha incidido en que es una decisión personal del trabajador y ha hecho énfasis en que se debería demonizar menos el concepto de trabajo. "Se suele decir que el trabajo es una maldición bíblica, pero hay personas encantadas y felices con su trabajo. Yo, cuando oía al 'rider' de 73 años pensaba en eso. En otros países es frecuente ver a personas mayores trabajando por motivos económicos", ha relatado el economista.

A vueltas con el alquiler en Barcelona

La precariedad no es exclusiva de los 'riders'. El mercado del alquiler en España sigue dando señales de alarma. Según el último barómetro del alquiler, en 2025 la oferta de viviendas arrendables ha caído un 2%, con Barcelona encabezando la pérdida de inmuebles: más de 14.500 en todo el país. La ciudad condal mantiene el dudoso honor de ser la más cara para alquilar, seguida por Baleares, Madrid y Guipúzcoa. En el extremo opuesto se encuentran Zamora, Palencia, Ciudad Real y Teruel.

Niño Becerra ha subrayado que tanto el alquiler como la compra están condicionados por intereses externos: los pisos turísticos distorsionan el mercado de arrendamiento y los fondos de inversión inflan el de la compra.

Un dato que revela la desconexión entre ingresos y coste de vida lo aporta Baleares: allí, se necesitan 2.260 euros brutos mensuales para vivir con dignidad. Según un estudio, los sueldos deberían haber subido un 14% este año para compensar la inflación, pero solo lo han hecho un 7,75%.

"Encuentro las cantidades muy bajas. Volvemos a caer en el gran problema de estos estudios: la metodología. Es muy peligroso ir con medias en estos estudios. Yo creo que se tendría que discriminar en el precio si la vivienda es para residir o es una vivienda para alquiler de temporada o por habitaciones. Lo mismo que con el precio de venta. Hay que discriminar mejor", ha asegurado Niño Becerra sobre el estudio que revela dichas cifras en Baleares.