Luis Enrique explica la clave de su éxito más allá de la transformación de Dembélé: "Los puedes ver rematando o defendiendo"

Luis Enrique ha hecho un equipo de autor. Todo el mundo se fija en Dembélé, Kvaratskhelia y Doué, grandes estandartes ofensivos del PSG, así como Vitinha y Fabián en el timón... pero no son los únicos que hacen que el conjunto francés funcione. Contra el Real Madrid, en el 4-0 de la semifinal del Mundial de Clubes, se vio la labor de los laterales, que abarcan toda la banda. Un trabajo que el propio Lucho quiso valorar en rueda de prensa.

Achraf Hakimi y Nuno Mendes, recordando a los mejores tiempos de Jordi Alba y Dani Alves en el FC Barcelona, fueron clave. Aunque Luis Enrique descartó que el marroquí, ex del Madrid precisamente, fuese un simple defensa de banda. "No es un lateral, puede ser un delantero centro cuando tenemos el balón, puede ser un extremo, un jugador entre líneas, puede ser un mediapunta, un pivote... cuando no tenemos el balón puede ser un lateral que presiona alto con trabajo defensivo", dijo.

Y de Nuno Mendes aplaudió su labor ofensiva. "Tiene mucha capacidad para atacar, nos encanta. Pero no hay espacio para todos, tenemos que equilibrar el inicio de juego en una posición más baja, pero con la capacidad física y técnica que tiene nos encanta la movilidad", continuó. Todo ello junto hace que el equipo ocupe todos los espacios. "Creo que el equipo se nutre muy bien de las virtudes de los jugadores y especialmente de los laterales, por lo que a lo largo del partido los puedes ver a los dos rematando dentro del área o defendiendo en área propia", explicó Luis Enrique.

"Me gusta esa idea futbolística general y completa, y creo que nuestro equipo representa muy bien ese concepto", remató. Una idea que el asturiano ha demostrado que es ganadora, ya que ha conseguido un triplete y busca ser el primer ganador del Mundial de Clubes en la final que jugará ante el Chelsea este domingo.

"Tengo el móvil lleno de mensajes culés, sabemos que el Madrid es un grande"

Luis Enrique aseguró que en la alta competición "no existe el freno" ni un pacto tácito para levantar el pie del acelerador cuando el resultado ya es abultado. "Tengo el móvil lleno de mensajes de culés felicitándome. Cuando uno juega contra los equipos grandes, uno da el cien por cien porque representa un club, una camiseta y una idea. Y porque todos sabemos que el Madrid ha sido, es y será grande", dijo en una rueda de prensa.

"Hemos intentado jugar al máximo nuestro partido, no hemos puesto el freno en ningún caso. Pero es evidente que había jugadores que, por el calor y porque en tres días vamos a jugar la final, que necesitaban descanso, que tenían calambres, que había riesgo de cansancio extremo (...). Pero en ningún caso poner el freno porque no existe el freno en la alta competición", añadió.

Por otro lado, el entrenador español, como ya hizo en la víspera, recalcó la diferencia que existe ahora entre el PSG ya rodado y un Madrid que apenas está arrancando la etapa con Xabi Alonso a la batuta. "Creo que ayer hablábamos de que son dos proyectos diferentes. El nuestro en París ya lleva dos temporadas y el de Xabi ha empezado hace seis partidos. Él ha demostrado sobradamente su nivel en los sitios que ha estado. Necesita el tiempo necesario para hacer una pretemporada. Creo que no hay en ningún caso valorar porque no ha tenido tiempo para poder entrenar, trabajar o hacer nada", argumentó.

Luis Enrique reconoció que los dos tempranos goles les dieron "mucha confianza", elogió a Achraf Hakimi y Nuno Mendes como "los dos mejores laterales del mundo", subrayó "la calidad insuperable, la generosidad y la ambición" de todo su equipo y dijo que intentarán el domingo "armar la historia en París" como un club francés que sea capaz de conquistar todos los torneos que ha jugado en una temporada. "Representa mucho para nosotros, para nuestros aficionados, para el club. Es un gusto para mí como entrenador trabajar en París", agregó.

Dos errores catastróficos de Raúl Asencio y Antonio Rudiger permitieron que el PSG se colocara 2-0 en solo nueve minutos gracias a los goles de Fabián Ruiz y Ousmane Dembélé. El centrocampista español completó su doblete en el 24 tras una fabulosa jugada colectiva del conjunto francés. El cuarto llegó en el 87 por cortesía de Gonçalo Ramos.